Misión cumplida

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El Cádiz toma ventaja en la eliminatoriapara el ascenso a 2ºA

Ahora los entrenadores podrán decir lo que quieran; ahora las respectivas aficiones obtendrán las deducciones que cada una quieran; ahora la prensa especializada escribirá las crónicas del partido con las dioptrías que precisen, pero lo que no admite duda es que en esta batalla de dos guerras, el hombre al mando de las tropas cadistas bien podría arengar a sus hombres con: “Misión cumplida”.

Misión cumplida además en dos vertientes. Y es que el Cádiz consiguió su propósito que no era otro que el marcar y que Casilla echara el cerrojo a su portería.

El desarrollo del encuentro, influido enormemente por el tempranero tanto de Toedtli, tenía para los amarillos más mérito, más importancia, lo primero que lo segundo, sabedores que en una ronda de este tipo un 1-0 es mejor que un 2-1.

La otra vertiente es que el Cádiz consiguió que el Real Unión de Irún no materializara su propósito, que no era otro que el de marcar al menos un golito. Los fronterizos vinieron a Carranza con esa premisa, les daba igual ganar por uno que empatar a goles.

Por eso cuando el reaparecido Toedtli hacía el 1-0 en el minuto 10, el Cádiz, su planteamiento táctico, fue pensado más para impedir abortar los intentos atacantes de los hombres de Iñaki Alonso, que para irse a locas por el segundo. El Real Unión de Irún, especialmente durante buena parte del primer tiempo demostró ser un equipo muy a tener en cuenta. Con defensa adelantada, mucho orden y buena presión, llevó la intranquilidad a las gradas, aunque tanto Kiko Casilla como todo el sistema defensivo mantuvo el tipo en todo momento. Ya para entonces Cifu ocupaba el lugar de Raúl, retirado con lágrimas en los ojos y molestias en la rodilla.

No obstante, el Cádiz poco a poco fue a más y llegó al descanso forzando dos saques de esquina que sólo el destino quiso no acabarán en gol.

En la reanudación Aitor Sanz pronto vio la roja por un clarísimo derribo a Cristian. Los de Alonso se quedaron con diez y ya a partir de entonces el Real Unión daba por buena la derrota como mal menor. Todas las oportunidades en el segundo periodo fueron amarillas, si bien los de Gracia tenían bien aprendida la lección de lo que pasó en liga con Betis B o Puertollano. Era fundamental no encajar gol y se intentaba llegar a Otermín pero sin desguarnecer la zaga en ningún momento. Especialmente destacable el partido que se marcó Cifu. El lateral madrileño dejó detalles de estar en otra onda para la categoría. Seguro, sobrio en el corte, y con enorme criterio a la hora de afrontar la salida del balón.

Por eso cuando Fran Cortes recibió un codazo en el ojo y con ello dejaba a los visitantes con nueve hombres sobre el campo, el equipo no quiso perder la tensión con la que afrontó el encuentro. Se arriesgó lo justo y el resultado fue dado por bueno por ambos contendientes.

Ahora queda lo más difícil, ganar la batalla en territorio enemigo. Pero por ahora los amarillos han ganado el primer envite y partirán el domingo con ventaja. Que no es poco. Noventa minutos restan del ascenso.

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