La óptica del 74

 La óptica del partido a modo de crónica vista desde la prensa “contraria” nos lleva hasta el “Granada hoy”. Es Alejandro Morales, enviado especial al Carranza quien titula, acertadamente, “Mundos opuestos en el Carranza”. Las fotos son de Tito M, de www.cadistasfinos.com.

cad_g74_02.jpgFleurquin y Valero los capitanes. Vizuete, otro debutante, el árbitro.fotos. Tito Martín-cadistafinos.com

Mundos opuestos en el CarranzaSin opciones El Cádiz pasa por encima de un ’74’ excesivamente tímido, sin chispa en ataque y que se libró de una goleada mayor Errores El equipo granadino le facilita las cosas a su oponente con varios errores determinantesQuizá no debería haber venido tan pronto un enfrentamiento como el de ayer para que el Granada 74 tuviera alguna opción de puntuar en el histórico Carranza. O eso, o que hubiera estado Bordi, o quizá Xisco (ese ya no volverá), siquiera para presentar una línea ofensiva mínimamente decente. O también habría valido que el equipo granadino se hubiera empleado sin complejos, lejos de la timidez mostrada ante el Cádiz, con un punto (o dos) más de agresividad y velocidad, algo que se echó en falta durante los noventa minutos y que facilitó las cosas a un equipo que, espoleado por su afición, fue ayer un ciclón la mayor parte del tiempo. No, la del Cádiz claro que no es la guerra del ’74’, pero ayer, y ese es seguramente el poso de amargura que se le queda a Rivera, pudo hacer algunas cosas más de las que hizo.cad_g74_10.jpgLos granadinos aguantaron sólo 20 minutos con el marcador igualado. La contundencia defensiva mostrada en el tramo inicial impidió a los locales hacer bueno alguno de los muchos ataques con los que buscó el gol desde el pitido inicial. Con el campo siempre muy abierto, tanto Enrique por la derecha como Juanma por la izquierda fueron cuchillos entrando en la mantequilla, estiletes perfectamente asistidos por un Caballero, el ‘ex’ del Linares, que apareció una y otra vez para dotar de continuidad y chispa al ataque cadista. Mientras, en la otra área, Casilla era un espectador más, pues los granadinos no eran capaces de llegar con peligro a la zona caliente, mostrándose tímidos y desajustados, y echando en falta un ariete que sepa jugar de espaldas, fije a los centrales y cree espacios y peligro. Ni Thierry, Valero, Sergio Molina o Capa lo lograron.Cuando llegó el gol, éste llevaba viéndose venir varios minutos. La zaga rojilla dejó de despejar un balón comprometido y el cuero encontró en la banda a Caballero, ante el desajuste clamoroso entre Valero y Milla. El centro del cadista, al primer palo, no encontró rematador en el primer envite, pero, tras quedarse suelto el cuero, fue cazado por Juanma, que batió a bocajarro a un Darío que nuevamente ayer fue de los más destacados de su equipo.El gol, ante la manifiesta inoperancia ofensiva de los rojillos, fue una losa que nunca pudo superarse. Lo cierto es que antes del descanso, la renta cadista pudo haberse disparado, en pleno vendaval ofensivo y con el ’74’ defendiéndose como podía, con solidaridad en las ayudas, pero como podía.Lo tuvo Enrique de cabeza, en un córner, pero Valero salvó en la misma línea (25′). También, Ormázabal, con un potente chut desde lejos que se estrelló en la cruceta (34′). Y erró por poco Caballero, desde la frontal, un tiro que salió rozando el arco (43′). Así las cosas, y sólo contabilizando un cabezazo de Pepe que se fue fuera (40′) en el bando granadino, el descanso se antojaba imprescindible.Miguel Rivera se presentó con Juan Moreno tras el receso. El canterano, una bala auténtica y portador de una notable técnica individual, al menos podía ofrecer al equipo la posibilidad de hacer trabajar a los zagueros y abrir algún hueco. Y lo cierto es que la cara del ’74’ pareció otra durante el arranque de la segunda parte, cuando aún había alguna opción de puntuar. Moreno hizo lo que hasta ese momento nadie había hecho, pisar el área, e incluso intentar provocar un penalti, sin que el árbitro cayera en el engaño (53′).Pero, en realidad, el único peligro verdadero del ’74’ en todo el partido sólo llegó a balón parado. La mejor opción fue para Sergio Molina, pero su tiro salió fuera por poco (58′).El Cádiz no se inquietó, y siempre que pudo correr, lo hizo, atacando, como en el primer tiempo, por oleadas. Con David Gámiz preparado en la banda, llegó la sentencia, en una de esas jugadas que matan a los entrenadores: un balón en el córner contrario al defendido por el ’74’ fue perdido por Milla ante dos rivales, que iniciaron una rápida contra con todo el campo por delante. Caballero agarró el cuero y encaró a Valero, que tenía una amarilla y apenas fue oposición, librándose de él con un autopase que lo plantó en la frontal. Enrique acompañaba la acción por la derecha y el ‘ex’ del Maracena la finalizó, tras la asistencia de su compañero, a placer. Historia finita.Con el choque sentenciado, la recta final sirvió para que el público cadista pidiera el tercero a sus futbolistas, para que Javi Gracia dosificara los cambios, no fuera a ser que el partido se le complicase, y que David Guerra debutara en la Liga. El ’74’ lo volvió a intentar a balón parado, con sendas faltas lanzadas por Torres (fuera) y Thierry (paró el portero en dos tiempos). A Rivera hasta se le vio más relajado. La realidad es la que es y el fútbol suele ser justo. cad_g74_09.jpgEl dominio del Cádiz fue abrumador, contando con muchas ocasiones también a balón parado.

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