Palermo mete el gol de su vida para el Boca Juniors

boca_palermo.jpgMartín «El Loco» Palermo, con 33 años, está en los últimos peldaños de su dilatada y exitosa carrera como futbolista. Goleador empedernido en la liga argentina (123 en el Boca), donde es toda una institución con sus más de 250 partidos en primera división, no tuvo mucho éxito en su aventura española, donde pasó con más pena que gloria por el Villareal y por el Deportivo Alavés. Fue en 2001 y todavía está fresca la imagen del Loco cuando después de festejar un gol, las gradas cedieron y la tribuna se le cayó encima con la fatatalidad de una doble fractura de tibia y peroné y cuatro meses sin poder jugar.De regreso a Boca llevaba más de 126 de sequía. Ayer marcó. Pero no fue sólo eso. Fue un gol que seguro quedará para siempre en la historia. En la de Palermo, en la de los «Bosteros»y por supuesto en la de Independiente, y su portero, Ustari. El lugar, el Cilindro de Avellanedad, en uno de los clásicos del fútbol argentino.Por si fuera poco Martín Palermo convirtió el gol que no sólo sueña todo jugador sino el que particularmente esperaba el hincha de Boca: uno similar al que José Luis Calderón, en junio de 1999, por entonces en Independiente dirigido por Menotti, le metió al equipo de Carlos Bianchi, que ese día festejaba el bicampeonato. Un zapatazo desde el mediocampo contrario, más de 55 metros de distancia, y con su mejor pierna, la zurda, de un goleador al que por algo Bianchi le llamaba «El optimista del gol». Sólo un cazagoles como él tiene la portería en mente desde esa distancia. Para mayor curiosidad de un gol que tardará en olvidarse, el árbitro decretó el final del partido instantes después. Ya no había nada más que ver.

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