Una hora bastó en La Roda para atar el triunfo

Minuto 24. Abdoulaye Fall se anticipa a Bocanegra y cabecea al fondo de la desguarnecida portería de La Roda. Era el 0-1 y cierto es que hacía justicia. Hasta ese momento, hasta en tres ocasiones, incluso más claras que la que marcaba el senegalés, el Cádiz había estado en un tris de ponerse por delante, con dos muy claras de Airam Cabrera, especialmente negado cara al gol.

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Fall, protagonista del primer gol, jugó más cerca del área contraria. Fue relevado ya con clara ventaja

Fotos: cortesías cadistas1910.com

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 El banquillo local protesta una de las cuatroamarillas recibieron en primer tiempo.

Pero antes que Fall, paradójicamente lo único que queda de lo que Monteagudo firmó para el Cádiz, abriera el marcador, habría que hacer mención a la sorpresa que pudo verse en el inicio del encuentro con la alineación que presentó Raúl Agné. La baja de Nafti, que se quedó en casa, fue cubierta con Martins, aunque lo que no se esperaba es que el Cádiz renunciara de inicio a atacar con cuatro hombres ofensivos, lo que permitió que Jorge Luque estuviera liberado de todo corsé táctico, y sólo tuviera la misión de buscar dar el pase definitivo o engarzar para ello con el tridente formado por Airam-Villar-Lopez. El guipuzcoano Martins salió con la misión de incrustarse por delante de la zaga, una defensa que repetía la del martes ante el Cartagena y que volvió a mostrarse a muy buen nivel, sin destacar a nadie pero a la que se sumió un cada vez más seguro y solvente Alejandro en la portería.

Los primeros cuarenta y cinco minutos tocaban su fin cuando llegó la jugada clave del encuentro. Recuperación de López casi en la línea de medios. El Cádiz armaba una contra de manual y tras pasar el balón por Airam (en la conducción) y Villar (en el pase) era el propio Kike López el que remachaba a gol casi debajo de los tres palos.  Un gol recibido que dejaba muy tocado al equipo de Monteagado que sólo contaba con un disparo cruzado desde la derecha de Arturo como única posibilidad real de  peligro para el equipo hoy de amarillo y negro.

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Desde esta posición vieron los aficionados cadistas el triunfo del Cádiz en La Roda.

Foto: cadistas1910.com

Lo más difícil estaba hecho y el Cádiz sabía que eran importantes aguantar la posible salida a la desesperado de los locales. Pero hoy la fria mañana en La Mancha pareció pasar factura a un zaga y portero local. En uno de esos malos saques, el balón es recuperado en la medular por Villar y el 7 que ve solo a Luque que había acudido a la presión al portero, le da un pase preciso para que el 8, ante la media salida de Bocanegra, lo desbordase de disparo ajustado con  su pierna diestra. Segundo tanto del cordobés en lo que va de temporada, primero en acción de jugada y demostrando que la mejor versión del capitán ha llegado en diciembre.  A partir de ese momento el partido estaba finiquitado. Contra todo pronóstico, lo especial del partido que había declarado ser para Monteagudo había quedado finiquitado en menos de una hora. Sólo quedaba por conocer la duda del resultado final. Agné vio que era el momento de reservar fuerzas y así fueron saliendo Villar (con una amarilla), Fall y Kike López. Fueron más de veinte minutos de los llamados en la NBA de la basura. No quería hacer más daño el Cádiz CF que llevarse los tres puntos de forma convincente, algo que ya tenía, mientras que en La Roda ya habían asumido lo que ya era segura la quinta derrota consecutiva. Por eso en anécdota hay que dejar los dos últimos goles, de Airam y de Manu. Eran el 0-4 y el 1-4, el del Cádiz del delantero centro canario que remachaba bajo palos un pase de gol en bandeja de plata de Villar. El onubense, que se quedó sin marcar, fue el hombre del que de sus botas salieron tres de los cuatro tantos cadistas.

 

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