Un buen Cádiz pierde con el Sevilla FC

Con el pitido inicial del colegiado Figueroa Vázquez pudo verse a un Sevilla triangulando mucho, mientras que el Cádiz se caracterizó por ejercer una presión asfixiante desde posiciones muy adelantadas para dificultar la salida del balón hispalense. A los cuatro minutos de partido Carranza cantó el primer gol de su equipo, obra de José Miguel Caballero tras rematar de cabeza un saque de esquina botado magistralmente por Lolo Armario. Caballero saltó más que ningún defensor sevillista para adelantar al Cádiz.Sin embargo, la alegría duró poco: apenas cinco minutos. Fue lo que tardó el Sevilla en instaurar las tablas en el marcador. El autor del gol, fue Fazio, que remató de cabeza un centro desde la izquierda de Cigarini. El defensor argentino del Sevilla se vio favorecido por la mala salida del cancerbero cadista Álvaro Campos. Con el 1-1 la zaga amarilla se puso algo más nerviosa y el Sevilla, viendo que era incapaz de superar la línea de presión de su rival, se dedicó a colocar balones largos buscando a Álvaro Negredo. En el Cádiz destacó el congoleño Moke, que en este primer período se hizo con el centro del campo gracias a su poderío físico: robaba balones, los distribuía en corto con criterio y ejercía una importante labor de contención. Poco a poco el Cádiz fue despertando y empezó a atacar por las bandas. En una de esas jugadas llegó una bonita acción de ataque para los cadistas: Aarón Bueno se la dio a Tiri, que pisó el área sevillista y centró, pero con la mala suerte que ni Hugo García ni José Miguel Caballero que intentó tocar la pelota de tacón- pudieran rematar a portería. Otra buena jugada para el Cádiz llegó tras un pase en largo hacia la derecha de Moke, al que llegó Velasco. El capitán amarillo controló en el área, pero fue incapaz de superar a Luna y la acción murió en el corner. Con empate a uno se llegó al descanso.El Cádiz mantiene el nivelEl equipo que volvió del vestuario más enchufado fue el Cádiz. Los jugadores de Hristo Vidakovic hicieron gala de un juego vistoso, intentando entrar por las bandas con Bueno y Pecci como principales puntales por la izquierda y la derecha, respectivamente- y manteniendo la presión asfixiante del primer período. Así, el balón le duraba poco al Sevilla. Pese a esto, la primera jugada de cierto peligro fue para los hispalenses, tras un nuevo fallo de Álvaro Campos. En esta ocasión, el guardameta no acertó a despejar con el pie una pelota que estaba en la frontal del área, propiciando que Rodri le ganara la partida. El atacante pudo irse del portero, pero fue incapaz de disparar y acabó centrando para que José Carlos rematara a puerta con timidez. Fue el momento en el que Aarón Bueno dejó constancia de su calidad en dos jugadas prácticamente seguidas. En la primera y partiendo desde la banda izquierda, dibujó una diagonal hasta llegar al borde del área, donde se la cedió a Lolo Armario para que el canterano disparara a portería. En la segunda, centró desde la banda izquierda buscando a Velasco, que remató de cabeza. Cuando mejor estaba jugando el Cádiz llegó el segundo gol del Sevilla. Su autor, Álvaro Negredo, que culminó una rápida jugada al primer toque entre Romaric y Rodri, batiendo a Campos con una preciosa vaselina. En su celebración el ariete madrileño tuvo un feo gesto con la afición gaditana, a la que mandó callar. Con el 1-2, Vidakovic movió el banquillo, haciendo que participaran en el partido Enrique y Fran Cortés, que entraron en sustitución de Velasco y José Miguel Caballero. Extraño empateComo le pasó al Cádiz en el primer tiempo, la alegría le duró poco al Sevilla. El combinado amarillo logró la igualada tras una rara jugada: Fazio creyó que Figueroa Vázquez había señalado falta en un empujón sobre Aarón Bueno y cogió la pelota con la mano. En ese instante el colegiado señaló la infracción del defensor argentino y en la falta sacada por Fran Cortés, pitó penalti tras una serie de agarrones dentro del área sevillista. El encargado de lanzar la pena máxima fue Aarón Bueno, que al igual que en el duelo contra el Atlético de Madrid, dejó claro que es todo un especialista: tomó carrerilla y engañó a Javi Varas disparando con suavidad. El 2-2 obligó al entrenador del Sevilla, Antonio Álvarez, a introducir a Jesús Navas por Romaric. El internacional español fue vital para su equipo, ya que de sus botas nació la jugada que significaría el tercer y último tanto del Sevilla. Navas se internó en el área y, pese a estar rodeado por tres jugadores amarillos, pudo centrar buscando a Negredo. El balón antes de llegar a la posición de Álvaro Campos botó, propiciando que el portero cadista no lo cogiera. Negredo pudo controlarla y marcar a placer. El final del partido se caracterizó por el carrusel de cambios de ambas escuadras –el Cádiz metió a Juanfer, Caballero, Cifuentes y Dieguito por Álvaro Campos, Lolo Armario, Germán y Hugo García- y por la excesiva dureza. De hecho, Cifuentes acabó siendo expulsado tras una tangana con Alfaro. El tenso final del encuentro no empañó el buen papel del Cádiz, que pese a salir derrotado, parece haber asimilado los conceptos del tándem Vidakovic-Ureña para esta temporada.

Autor:Diego Manuel Belmonte

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