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Hasta aproximadamente cuarenta y cinco minutos del inicio del encuentro en Montilivi no se conocía la variante táctica y de hombres con la que Alvaro Cervera tenía pensado la difícil misión de quitarse la careta, en expresión acuñada por el mismo hace una semana en Carranza.

Sorprendió, primero, con la titularidad de Iván Malón. El valenciano no jugaba de titular en segunda división desde mayo de 2014. Pero no fue lo único, también vino acompañado con una defensa de tres centrales, siendo los elegidos Javi Carpio, con Aridane en el centro y Sankaré a la izquierda. Para reforzar la medular, e igualar el intratable 3-5-2 con el que el Girona se presentaba como invicto en casa, optó por situar el llamado trivote, con la vuelta de Jon Ander Garrido junto a Rafi y Jose Marí.

Aridane y Portu. De los más destacados.

Había expectación, aunque más por lo novedoso de las tres variantes. Cervera tiene crédito y lo multiplicó por dos cuando a los veintiún minutos ya ganaba por 0-2, con dos auténticos golazos de Ortuño, de zurda desde el balón del área, y de Alvaro Garcia, los dos tantos precedidos por un último pase del centrocampista roteño.

Este resultado cortocircuitó por completo al equipo de Machín que llegó al descanso tambaleándose, si bien era de esperar una salida en tromba tras el descanso. La reacción no se hizo esperar, y cuando llegó el gol del italiano Longo, en el sesenta y seis llevó el desasosiego a lo varios centenares de cadistas desplazados a Montilivi. De aquí al final fue todo un asedio. Machín terminó jugando con siete futbolistas de carácter ofensivo, entre ellos sus tres delanteros centros (Sandaza, Longo y Cristian Herrera) con Portu, el cordobés Borja García y Pere Pons por detrás y el hispano italiano Maffeo en segunda línea de ataque.

Salvar el asedio fue posible también gracias a la madera, providencial para los intereses amarillos en dos ocasiones, aunque todo el equipo supo atarse los machos y sufrir hasta evitar. Pese a todo, Rubén Cruz en dos ocasiones y Nico Hidalgo, que salieron de refresco por Rafi y Ortuño estuvieron en un tris de batir a René. Incluso Garrido perdonó en una buena contra.

 

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