Como gato panza arriba

Con la moral alta tras doblegar con contundencia y solvencia al Celta la jornada anterior llegaba el Cádiz al Martínez Valero para enfrentarse al Elche. El estadio ilicitano no se le daba demasiado bien a los cadistas, que llevaban cerca de veintinueve temporadas sin cosechar un triunfo en él. Además, el cuadro local llevaba ocho jornadas sin perder, tras acumular cinco victorias y tres empates, encaramándose así a los puestos altos de la clasificación.

Gracia decidió repetir el sistema de juego que tan buenos resultados le dio contra el Celta, con dos delanteros. Así, el once inicial cadista estuvo formado por Kiko Casilla en la portería, Cristian, Álvaro Silva, Fragoso y Cifuentes en defensa; doble pivote compuesto por Erice y Víctor Ormazábal, Enrique y López Silva (que retornaba al equipo tras perderse el partido de la jornada anterior por sanción) en los extremos y con una pareja de atacantes formada por Ogbeche y Diego Tristán.

El encuentro comenzó un poco frío, con un Elche que intentaba llegar por banda, centrando balones al área que eran despejados sin problemas por Silva y Fragoso. El Cádiz, por su parte, intentó llegar a la meta de Willy Caballero por mediación de López Silva, con el que combinaba constantemente Tristán. Fue precisamente después de una combinación entre ambos cuando el onubense fue derribado en banda izquierda y llegó la oportunidad más clara del Cádiz. El colegiado, el gallego Amoedo Chas, señaló la falta, que lanzó con mucha rosca López Silva. El balón, a media altura, pudo ser rematado por cualquier atacante amarillo, pero Willy Caballero acertó a despejar de puños, dejando el balón franco para que Cristian, tras recoger el rechace, disparara nuevamente a portería. El cancerbero ilicitano pudo atajar el lanzamiento con mucha dificultad.

 

Con diez desde el diez

 

Cuando el Cádiz parecía vivir sus mejores momentos, y se preveía un inicio fulgurante como el del duelo de la semana anterior en Carranza, se produjo la jugada que marcó todo el encuentro: la expulsión de Enrique. Amoedo Chas no se lo pensó dos veces y decidió expulsar con roja directa al capitán del Cádiz después de que el extremeño pisara por detrás al lateral zurdo del Elche, Carletto. Esta expulsión lastró y condicionó el partido, pues el Cádiz se vio obligado a cambiar la idea previa. Empezaba, en el minuto diez, un nuevo partido.

A pesar de estar con un hombre menos, Gracia decidió mantener el mismo dibujo táctico, dejándole la totalidad de la banda derecha, tanto en labores defensivas como ofensivas, a Cristian. El Elche encontró un filón y todas sus acciones de peligro se dieron por la banda en la que el Cádiz tenía un hombre menos, destacando sobremanera Carletto, que doblaba al extremo Santos y centraba una y otra vez. Los locales estuvieron, en el minuto diecisiete, a punto de abrir la lata, después de que Molina, tras plantarse ante Kiko Casilla y regatearlo, echara fuera el balón cuando tenía la portería completamente vacía.

El Cádiz acusó el golpe en ataque, llegando esporádicamente a la zona de peligro del Elche mediante el desplazamiento en largo del esférico. Además, se vivió un momento de gran desigualdad de criterio arbitral, cuando Amoedo Chas decidió castigar con sólo una cartulina amarilla un codazo de Wakaso sobre Erice en el medio del campo. El navarro acabó con sangre en la nariz y el Cádiz, se quedó con nueve mientras era atendido en la banda.

La superioridad numérica del Elche se hacía patente en que tenía monopolizada la posesión, pero no era capaz de aprovecharla inquietando al Cádiz, que despejaba una y otra vez los balones que llegaban al área centrados por Carletto y Juli. Pese a ello, el Cádiz no se amilanó y gozó de una ocasión de Ogbeche que se marchó por encima del larguero después de que el nigeriano le ganara la posición a la defensa, tras un saque en largo de Casilla.

El primer acto finalizó con un Elche que centraba balones al área sin encontrar rematador, porque, o bien Casilla o bien la defensa, enorme en todo el partido, conseguían despejar el peligro.

 

Inicio agridulce

 

La segunda parte tuvo un inicio bueno y malo para el Cádiz. Bueno, porque el Elche se quedó con diez después de que Amoedo Chas expulsara a Samuel por doble amarilla en el minuto cinco de partido. Pero este inicio fue a la vez malo porque, a renglón seguido de la expulsión, el conjunto ilicitano consiguió adelantarse en el marcador, gracias a un remate de tacón de Molina, que estaba de espaldas a la portería, que batió a Casilla.

Con igualdad numérica sobre el césped y con el marcador a su favor, Bordalás recompuso el sistema táctica e introdujo a Saúl y a Tena para refrescar a su equipo. El Cádiz intentaba salir a la contra buscando a Tristán, Ogbeche y López Silva, pero siempre chocaban con el muro defensivo local. El más activo en ataque fue Tristán, que luchaba en banda, intentaba combinar con López y se zafaba como podía con los defensores rivales.

 

Un detalle

 

Fue precisamente el delantero sevillano el que conseguiría marcar, instaurando las tablas en el marcador. Tristán recogió un balón que botaba dentro del área del Elche y, tras controlar con el pecho, batió con sangre fría y con una preciosa vaselina al meta Caballero, que estaba a media salida. Un detalle de preciosa factura que metía al Cádiz en el partido nuevamente.

El Elche no acusó el golpe y, después de unos minutos en los que el Cádiz puso cerco por pura inercia a la portería local, estuvo muy cerca de lograr el segundo gol. Santos le ganaba una y otra vez la espalda a un Cristian fundido físicamente, Trejo estuvo a punto de marcar a Casilla después de caracolear en el área y disparar a bocajarro y Cifuentes salvó los muebles después de un centro de Saúl que sorprendió a toda la defensa menos a él. Gracia introdujo hombres de refresco, cambiando a Tristán y a López Silva por Arriaga y Jaume Costa.

Así fueron transcurriendo los minutos hasta llegar al descuento, que resultó muy intenso y en el que el Cádiz estuvo muy cerca de marcar. La oportunidad de oro la tuvo Arriaga, después de que Cristian lo habilitara metiéndole un buen balón en largo entre los defensas. El vasco corrió tras el esférico hasta llegar al punto de penalti, donde se encontró con Willy Caballero. El meta argentino del Elche no se inquietó y paró el disparo de Arriaga sin demasiada dificultad. Reseñar, además, que en estos minutos finales se produjo el debut de Mansilla en Liga tras sustituir a Jon Erice, que tuvo que marcharse lesionado y que Amoedo Chas expulsó también a Acciari, por doble amarilla.

1-1, meritorio y merecido empate de un Cádiz que sigue con su mejoría de imagen en un partido que al final incluso pudo ganar de haber tenido más sangre fría Arriaga.

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