Airam Cabrera firma un triunfo tan justo como neceario

Airam Cabrera, con su pierna menos buena, demostraba no haber perdido su olfato de gol tras sus tres semanas de ausencia.

Había que ganar y se ganó. Mucho más tras conocer los resultados de la tarde del sábado y la mañana del domingo, los hombres de Agné conocían que el triunfo frente al CD Lucena cobraba mucha importancia. Y el triunfo cayó con justicia. El decimotercero de la temporada, el décimo en Carranza, dejando el guiño claro que no es como local donde el equipo tiene un problema.

Raúl Agné confiaba en el inicio del encuentro en un once con varias novedades con respecto al que salió ruborizado del San Ignacio de El Palo. Misma defensa y portero, Mikel Martins mandaba al banquillo a Ander Garrido, mientras que Airam, Villar y Migue García eran los otros tres cambios tomando como referencia a los partieron de inicio en Málaga hace una semana como hombres ofensivos, casos de Dioni, Kike López y Perico.

En el Lucena, que en contra del Cádiz, llegaba en buena racha, después de dos triunfos seguidos, ninguna novedad. Falete salía con su once anunciado, con el espigado Javi Gómez como hombre más adelantado mientras que Pepe Díaz y Javi Salero se alternaban en su ayuda. En la portería, José Ramón, que ya había defendido en Carranza años atrás la puerta del San Roque de Lepe. Mucha veteranía, con hombres sumamente experimentados, como Sarmiento, Dani Lanza o el lateral cordobés Rafael Clavero.

Pese a un inicio un tanto dubitativo, pronto se vio que el Cádiz, manejado por un buen Luque, iba haciéndose con el control del juego. Faltaba quizás algo de velocidad para sobrepasar la última línea lucentina, aunque también es cierto que a diferencia de otros encuentros, los de Agné se mostraban firmes en defensa. Con la dupla Villar-Airam el Cádiz gana enteros en Carraza ante el gol y la sociedad volvía a reeditarse poco antes de cumplirse el minuto cuarenta. Una acción, que partía de la banda derecha y que vino propiciada por un error en el despeje de un zaguero, si bien el gol sirver para refrendar que Airam no ha perdido el olfato de gol desde que cayera lesionado en Guadalajara.  Tras este gol, Luque dejaba solo a Kike Márquez delante de José Ramón, pero no estuvo atinado el sanluqueño en la definición. Un primer tiempo, en resumen, donde lo mejor sin duda el resultado y el comprobar que el sistema defensivo montado por Agné había dejado al Lucena CF sin disparar a la puerta de Aragoneses, debutante en casa.

Gato salía tras el descanso. Fue el único cambio. El lojeño saltaba a Carranza pero no vestido de amarillo, sino de rojo y negro.  Sin embargo aportó poco, bien sujetado por Josete, hasta su retirada por molestias, y luego por Ceballos. Sólo la incertidumbre hizo temer por el resultado. El Cádiz, recordando un poco al de inicio de temporada, supo tirar de oficio y experiencia, y llevó el partido con la sapiencia necesaria para esperar que apareciera la oportunidad de sentenciar el encuentro con un segundo gol. Pudo hacerlo Airam Cabrera por dos veces, aunque lo consiguió a la tercera, desde los once metros, después de que Kike Márquez fuera objeto de un claro penalty que Moya Baena señalaba a diez del final. Pese a que tardó en llegar, el sistema defensivo del equipo funcionó a la perfección y ni los tres cambios de Falete buscando mayor llegada al área de Aragoneses propició siquiera un disparo con peligro de gol para los visitantes.

Incluso tras el dos-cero, Ceballos lanzó al traveseño en un centro que se envenenó y Villar, sólo, desde el área pequeño se encontraba con el cuerpo de José Ramón desbaratando el tercero.