Los de Fernando Alonso no dudan de Michael Schumacher
El segundo Campeonato del Mundo está “a huevo” para Fernando Alonso pero el piloto asturiano conoce los secretos del mundo de la Fórmula 1 y es consciente de aquello de que “hasta que no baje la bandera a cuadros todo es posible”. Por eso, y pese a que la ventaja obtenida en Suzuka le permite pilotar en Brasil sin más objetivo que quedar entre los ocho primeros, Alonso no quiere nada de euforia.Por tanto, las posibilidades del alemán, que estos días se entrena en el circuito de Jerez, pasan por vencer y que “el Nano” no consiga ningún punto. El número mágico es el ocho. Para que Schumi no alcance el octavo título Alonso debe superar el octavo puesto. La única perspectiva real se centra en que Alonso no acabe y ahí es donde comienzan las dudas.Los antecedentes de Schumacher no son precisamente tranquilizadores. En Adelaida, última carrera de la temporada de 1994, Michael sacó de la pista a Damon Hill. Tres años después, en Jerez en 1997, Schumi trató de sacar de la pista a Jacques Villeneuve pero el piloto canadiense salvó la emboscada y logró hacerse con el campeonato. Además, Michael Schumacher fue desposeído de todos los puntos.No obstante, el equipo de Alonso no cree posible un complot. Ha sido el responsable mecánico de la escudería Renault, Denis Chevrier el que ha tranquilizado a la afición afirmando, en el portal F1-live.com que no puede imaginar que Schumi recurra al juego sucio y que será “una lucha limpia”.La diferencia este año es que Schumacher necesita vencer. Por tanto no le sirven maniobras como las antes descritas. La única posibilidad pasa por utilizar al segundo coche de la escuderia del “cavallino rampante” para dejar fuera de combate al piloto asturiano. Una opción tan rocambolesca sería demasiado evidente y pondría en entredicho un deporte muy popular y a la escudería más importante. Además, es la última carrera en la vida deportiva de Michael Schumacher y un colofón tan negro no corresponde a uno de los mejores pilotos de la historia. Así lo piensan en Renault. El domingo se verá si tiene razón.
