Michel y De Quintana. Un pasado franjirojo

De Quintana y Michel Los dos saben lo que es ascender

Que Almería y Cádiz, por plantillas, sean desde antes de iniciarse esta liga, candidatos de todos para subir a Primera es por algo. Quizás los amarillos cuenten con el añadido de llevar a cuesta la etiqueta de recién descendido, pero no sólo es por eso. Tanto un plantel como otro está conformado con mucha gente con experiencia, con un montón de partidos en la categoría reina, e incluso en algún caso, hasta con internacionales absolutos.Por eso no es extraño que las dos direcciones deportivas recurran para ese objetivo común a gente de parecido perfil. Treintañeros, o rondando, ya en cuesta abajo de su carrera, pero con muchas tardes de fútbol que dar, o al menos con visos de poder darla. De este tipo de futbolistas cuentan con varios las dos escuadras, dándose el caso además que presentan un pasado común.Ya en la primera vuelta traíamos a colación a De Paula y Westerveld, que compartieron muchos entrenamientos en Zubieta y partidos con la Real Sociedad, o el caso de Bruno Saltor y Sergio Rodríguez la última campaña compañeros en el Lleida. Otros son César Caneda y Pera Mayrata, una muestra más que de los descendidos se pueden pescar cosas interesantes.Una pareja que sabe lo que es ascender.Pero no son los únicos, otro dúo que se conoce muy bien es el de Michel y De Quintana. Ambos fueron compañeros en la 2002-03 en el Rayo Vallecano que terminó descendiendo, en una liga en la que compartieron vestuario con nombres como los de Quevedo, Peragón, Bolo, Camuñas, Pato Graff o Luis Cembranos. Si el central gerundense del Cádiz jugó bastante, no lo hizo tanto el delantero madrileño ahora en el Almería. De hecho a la temporada siguiente, tanto uno como otro cambiaron de aires, De Quintana firmó por el Cádiz, mientras que Michel fue clave en el ascenso del Getafe de Uribe. En aquella liga Michel jugó los dos partidos contra el Cádiz, y en los dos tuvo enfrente al mismo que tendrá el próximo fin de semana, su excompañero Ramón de Quintana. Curiosamente marcó en la ida en el Coliséum, mientras que el Geta perdió en la vuelta (fue el día del debú como amarillo de Enrique). Esta temporada ha vuelto ha vuelto a marcar al Cádiz en la ida…Tanto uno como otro han firmado una muy buena primera vuelta. El amarillo cumplió el mes pasado treinta y cinco años y vive una segunda juventud desde que fichara por el Cádiz. Gran profesional, el gesto de jugar con la nariz rota es su última muestra. Su renovación automática es cuestión de semanas. Tampoco le anda a la zaga el gigantón (1.90 y 90 kilos) delantero. Miguel Carrilero, su verdadero nombre, tiene «sólo» treinta años (a cumplir el próximo verano), aunque en el terreno de juego tiene trazas de todo un zorro del área. Ya lleva ocho goles, tres de ellos de penalti, y diecinueve partidos de titular, dejando prácticamente en testimonial la aportación de otro reputado goleador, el pichichi de segunda hace dos campañas, Mario Bermejo.