El Angel de Casuco
Tres goles en media hora
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| Casuco encontró su Angel al ladoFoto: Archivo/cadistasfinos.com |
Meter tres goles no está al alcance de todos, y menos el conseguir la hazaña en sólo un tiempo. Todo el protagonismo en Tenerife está por tanto justificado se lo haya llevado esta semana Angel Luis Rodríguez “Angel”. Su equipo ganaba en el Artes Carrasco de Lorca por dos goles a tres, y los tres goles chicharrero llevaron la marca del canterano, que precisamente la semana anterior había cumplido los veinte años.Sus goles sirvieron para remontar un partido en el que se adelantó el virtualmente descendido Lorca. Lo significativo del hecho es que Angel empezó el partido en banquillo. En el minuto 59, el Lorca ganaba por uno a cero, marcado de penalti por Ramos, cuando el entrenador del C.D.Tenerife sentó a la joven estrella Iriome y metió un delantero centro nato, puesto en el que se desenvuelve habitualmente el 9 del Tenerife. En el primer gol se ayudó de un mal rechace de Jáuregui pero había que estar ahí. En el segundó contó con una gran jugada de Cristo, mientras que en el tercero, ya con el tiempo reglamentario vencido, vino después de una gran acción de Marc Bertrán, que después de doblar al hombre que le seguía, puso el balón al área para que un inspiradísimo Angel marcara el tercero.
Se da la coincidencia que en el debú de Angel como jugador tinerfeñista, que fue la temporada anterior, con David Amaral como entrenador, marcó dos goles en un partido en el que su equipo ganó tres a uno al Real Murcia. El triunfo le ha valido a Angel, además de para reivindicarse para la temporada que viene, para certificar virtualmente la permanencia de su equipo. También Casuco ha dado toda una lección de cómo moviendo con tino el banquillo se puede dar la vuelta a un marcador. Con la derrota, Victor Basadre tiene al Lorca prácticamente con los dos pies en Segunda B. Por eso, se comprende las declaraciones del entrenador blanquillo, lorquino de nacimiento: “es una sensación extraña. No lo puedo terminar de disfrutar porque todas las caras, a excepción de los de Tenerife, son amigos de la infancia que tienen cara de desolación».
