Virtudes y defectos del Cádiz ante los gatitos (antiguos leones).


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 Los jugadores amarillos celebran el gol de la victoria

logo_small_new.gifLa segunda victoria consecutiva y primera en Carranza coincidió con la vuelta al titular del equipo que logró el ascenso en Chapín. El once de Chapín volvió a demostrar que juega igual frente al Valladolid, al Terrasa o al Athletic de Bilbao. Sus virtudes son tantas que sus defectos parecen mínimos.

Virtudes:

La capacidad para sacar lo peor del equipo contrario: El Athletic de Bilbao llegó como penúltimo clasificado y se va en el mismo puesto. La sensación fue de un equipo gris, triste, sin aplicación, Curioso que algo parecido le ocurriera al Espanyol la semana pasada. O al Rácing de Santander en la segunda jornada de liga. Sin embargo, el Espanyol, tres días después de perder contra el Cádiz venció al líder de la liga rusa. Y el Racing una semana más tarde de que el Cádiz se llevara los puntos de El Sardinero ganara en Balaidos. La verdad es que más que demérito del rival esto es una virtud de los amarillos que, cuando están bien, saben empequeñecer a sus rivales hasta hacerlos desaparecer.

El juego por las bandas: Sobresalientes anduvieron Jonathan Sesma y Enrique frente a los bilbainos. La conexión que lograron crear con Pavoni y Oli cuando se descolgaban de la pareja de centrales permitió a los exteriores cadistas demostrar su calidad. Enrique hizo un gol (a pase de Jonathan Sesma y Aranzubia) y el canario a punto estuvo de darle la réplica en un centro del extremeño.

La confianza en sí mismos: El equipo comienza a creerse sus posibilidades en el año de la Liga de las Estrellas y eso resulta importantísimo. El equipo se permitió ciertos desórdenes fundamentado en su convicción y en su confianza en agradar. Fleurquin remató no sólo corners y faltas sino también en jugadas combinativas. Enrique lo intentó todo y no pudieron frenarlo. Pavoni bajó la pelota y creó regates imposibles. Raul López se permitió centros a los que no nos tiene acostumbrados Los jugadores van creciendo día a día gracias a la confianza que están ganando por los buenos resultados.

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 Enrique y Armando felicísimos tras la victoria.

El sentimiento de bloque: Que el Cádiz juega como un bloque es algo que ya sabemos. Que el primer delantero es Armando y el primer defensa es Oli no es un tópico para este Cádiz. Lo que ya no entra en lo común es que un equipo sienta como una sola persona. Detalles como el de Enrique al dedicarle el gol a Estoyanoff, Armando o Varela con la ilusión pintada en la cara tras vencer el partido, o la patada que Fleurquin le dio a Yeste para resarcir una entrada del internacional vasco sobre Paz demuestran que este equipo es algo más que once futbolistas muy bien aprovechados.

 

Defectos:

La falta de efectividad: Es increíble que un partido como el de ayer acabara con sólo 1 a 0. Oli, Paz, Pavoni, Enrique, Sesma, Benjamín, casi todos los futbolistas tuvieron su oportunidad de marcar y sólo Enrique (y Fleeurquin) lo consiguieron. Que el partido no acabara con un 5 a 0 sólo se explica porque el Cádiz no fue capaz de acertar en la conclusión de las jugadas. El partido pareció el de las goleadas del año pasado pero sin tanta capacidad para hacer gol en cada llegada y en Primera División.

 

Autor:Ccapital

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