The X files del Cádiz 2010-2011


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 cadiz_daly_1.jpgcadiz_david.JPGcadiz_fran.pngDaly, David, Reyes, Hugo García, Fran y Buenolos seis expedientes X del Cádiz 2010-2011cadiz_hugo.JPGcadiz_reyes_2.JPGcadiz_bueno.JPG

 

La temporada 2010-2011 ha dado para mucho. También, para que ocurrieran cosas extrañas con los futbolistas que han formado parte de la primera plantilla amarilla. Jugadores que juegan once minutos, jugadores que en el que parecía ser el año de su consagración no han dado el paso necesario, jugadores que, como el Guadiana, han aparecido y desaparecido. Un auténtico “expediente X” cadista, inexplicable y misterioso.

 Ian Daly. Primer futbolista irlandés de la historia del Cádiz, llegado del Aris de Salónica de Héctor Cúper. Llegó en el último día del mercado invernal y decían que era una gran promesa del fútbol irlandés. Su paso por la cantera del Manchester City, junto con sus encuentros en las categorías inferiores de su selección parecían atestiguarlo. Su paso por el Cádiz fue fugaz, recordando al de otros fichajes extranjeros (Milos Bogunovic o Zlámal Zdenek)

 No contó para ninguno de los dos entrenadores que ha habido esta temporada. Jugó un amistoso, en el que marcó un gol y jugó once minutos en el último partido de Vidakovic como entrenador. Ese fue todo su bagaje como cadista, pues en enero abandonó la disciplina amarilla. Recaló en el Saint Patrick’s Athletic, en el que ha jugado trece encuentros en distintas competiciones (con un gol)


 David González. El asturiano llegó junto a Daly al equipo, cedido por el filial del Málaga. Al igual que al irlandés, le avalaba una buena trayectoria previa, con una estancia en las categorías inferiores del Barcelona incluida. Debutó con el Cádiz en la eliminación copera ante el Poli Ejido, sustituyendo a Lolo Armario. Luego, disputó cuatro encuentros con Vidakovic: contra el Murcia (veintiún minutos), Almería B (veintisiete), Estepona (siete) y Poli Ejido (único partido como titular, jugó setenta y cinco minutos) Dejó de contar para Jose González, teniendo que abandonar el Cádiz en enero. Recaló en otra cesión por parte del filial malaguista, al Oviedo B.


 Fran Cortés. De jugar novecientos veintisiete minutos a jugar ciento nueve. De ser el sexto hombre más utilizado de la primera plantilla, a ser el que menos ha acabado jugando tras el cambio de entrenador. Esta ha sido la temporada de Fran Cortés que, tras empezar asentado en el once titular, ha pasado al ostracismo. Segunda temporada en blanco para el canterano, que no continuará.

 Siempre se ha esperado que este futbolista, con mucha calidad, diera un pasito adelante en el Cádiz. La pasada campaña no lo dio y se pasó media Liga en el banquillo. Este año, Vidakovic empezó confiando ciegamente en él, pero acabó dejándolo de hacer. Iba a ser la temporada de su consolidación, en la que iba a asumir responsabilidades, como gran parte de la hinchada esperaba. No lo hizo. En el centro del campo, junto a Carlos Caballero y Jurado, nunca llegó a brillar. Incomprensible.


 Diego Reyes. Aterrizó en Carranza tras la lesión de Raúl López en el Trofeo. Comenzó la temporada siendo titular, incluso jugando a banda cambiada para suplir una baja de Cifuentes. Aportaba experiencia, seguridad y rigor a la hora de atacar. Con el cambio de entrenador alternó titularidad y suplencia, hasta que un mal partido contra el Melilla lo condenó.

 A punto de irse del equipo en enero si llegaba algún fichaje mayor de veintitrés años, Diego Reyes protagonizó uno de los episodios más extraños de la temporada al conocerse dicha situación. Su mala relación con Jose González acabó pasándole factura y el chiclanero pasó con más pena que gloria por el Cádiz.


 Hugo García. El gallego llegó en verano, libre, tras haber logrado el ascenso a Segunda B con el filial del Deportivo. Un paso lógico en su formación como futbolista: jugando en un equipo puntero de la división de bronce y con la posibilidad de acumular minutos. No fue su año, principalmente, porque no supo aprovechar las oportunidades que le brindaron.

 No contó para Vidakovic, algo más para Jose González, que nada más llegar al banquillo y le dio oportunidades. Le pasó factura la diferencia que existe entre meter la bola y no meterla: ante el Puertollano y el Sevilla Atlético, en los minutos finales, gozó de clarísimas oportunidades para marcar, pero las falló de forma inexplicable. Quién sabe si, de haber aprovechado esas dos ocasiones, la suerte de Hugo García hubiera cambiado. Dejó de ir a las convocatorias antes incluso de que llegara al equipo Antonio Moreno, ofreciéndosele incluso la posibilidad de jugar en el Cádiz B para tener minutos.


 Aarón Bueno. Para muchos, comenzó siendo “Requetebueno”. Para otros, ha acabado siendo “Buenoenqué”. Lo de Aarón Bueno es, verdaderamente, un caso sorprendente y único. Un futbolista que, en un comienzo fulgurante de la temporada, pasa a ser indispensable (temiéndose incluso por un posible interés de clubes de superior categoría en el mercado invernal) para acabar diluyéndose como un azucarillo.

 El inicio de Aarón Bueno fue descomunal. Estrella en el Trofeo Carranza, con dos goles desde los once metros y otro en la tanda de penaltis contra el Atlético de Madrid. Autor de un gol en Copa del Rey ante L’Hospitalet. Autor de seis goles en las seis primeras jornadas de Liga. Hacía tiempo que no se veía una explosión de juego así en el Cádiz. Sin embargo, de repente y de forma inexplicable, desapareció. Dejó de ser el jugador deslumbrante y pasó a ser uno más, llegando incluso a no ser convocado.

Autor:Diego Manuel Belmonte

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