Sesma: El Betis puede pujar por él

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Sesma el día en que ya era futbolista de Primera.Foto: Archivo/cadistasfinos.com

En el mes de julio del año pasado, Jonathan Sesma era feliz. Muy feliz. Había renovado por el Cádiz, y con ello se cumplía su sueño de poder debutar como futbolista de primera división con la tranquilidad de tener atado su futuro. El majorero se convertía además en uno de los futbolistas con la ficha más alta.

Un año después la felicidad ya no es total, como así parece indicar los dimes y diretes en torno a sus deseos declarados de seguir jugando en Primera división en la 06-07. El último de ellos, su negativa a hacerse la foto oficial como el resto de sus compañeros. Obviamente una decisión que no ha caído nada bien. En cierta forma un desplante a sus compañeros, al cuerpo técnico y al club que le paga.

Pero no es la primera vez. Tampoco será la última. Hablamos del egoísmo del futbolista. Cuando Sesma llegó a Carranza lo hizo con una trayectoria errante. Desde el Corralejos y Universidad de Las Palmas, pasando por Mallorca B, Córdoba y Ceuta, club propietario de sus derechos y que le traspasó al Cádiz. Era un culo de mal banquillo. A su edad, pese a su fama, ciertamente contrastada, de goleador de segunda B, sus mejores números eran 13 partidos en segunda división y un gol en la categoría de plata marcados en su corta etapa con los de la Mezquita.

Con el Cádiz ha conocido lo mejor de su carrera. Con Víctor Espárrago ascendió a Primera y, en cierta forma, destacó en la élite, aunque no tanto para que su cotización alcance los dos dígitos de su rescisión como amarillo. Normalmente el mercado no se casa con nadie y ningún Abramovic ibérico se va a encaprichar por nuestro Jonathan. Tampoco el Cádiz, tal como tan bien expresó Oli recientemente, está en necesidad de anteponer intereses deportivos a económicos.

Aunque eso sí deberá de seguir atento a las depresiones

 

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