Sangría amarilla
En caída libre. Así va el Cádiz CF de Alberto Monteagudo, más cerca del descenso a Tercera División que de la promoción de ascenso a Segunda División. Más cerca del peligro que de la que, en principio, debe ser su lucha en esta división de bronce del fútbol español. Los amarillos sumaron en el Carlos Belmonte su tercera derrota consecutiva. La quinta desde que dio comienzo la temporada. Cinco derrotas en doce partidos. Unos guarismos peores que los del Cádiz 2010-2011 a estas mismas alturas de competición. El errático Submarino dirigido por Risto Vidakovic perdió cuatro partidos en las doce primeras jornadas de competición. La quinta derrota, en la decimotercera jornada, supuso la destitución del balcánico. Oficialmente, nadie ha hablado de cesar a Monteagudo, aunque ya se han barajado algunos nombres para suplir al manchego en el banquillo cadista. El Cádiz ha perdido ante Villanovense (1-0), Sevilla Atlético (1-2), Cacereño (2-0), Arroyo CP (2-5) y Albacete Balompié (1-0) De todos ellos, solo los manchegos son un rival de empaque, de los considerados “gallitos” del Grupo IV de Segunda B. Además, se ha dejado puntos por el camino de forma inesperada: ante el San Roque de Lepe en Carranza (2-2, por culpa de un penalti infantil de Domingo con todo a favor para los amarillos) y ante el UCAM Murcia (0-0, en casa del colista del Grupo IV) En total, el Cádiz ha dejado escapar veintiún puntos de treinta y seis posibles esta campaña. El equipo suma quince puntos: siete menos que la temporada 2010-2011. Por aquel entonces, pese a la sangría de derrotas, el Cádiz marchaba cuarto en la clasificación. En estos momentos, es undécimo. Los puestos de honor están ya a siete puntos (cuando, hace tan solo tres jornadas, estaban a uno) A tres puntos está la promoción por la permanencia (que marca la Balompédica Linense) y a cuatro, el descenso directo. 
