Lobos y Sesma. Dos casos parecidos pero no iguales

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Sesma y Lobosverlos con cuatro no es normalEl caso del argentino roza lo «anormal»cadiz_lobos_issa.jpg

El problema con las amarillas de dos hombres clavesQue después de doce más una jornada de liga, Fleurquin acabe de cumplir ciclo de cinco tarjetas y que Miguel García lo vaya a hacer en la jornada decimocuarta es normal. Son jugadores que por sus características y posición en la que se desenvuelven se ven frecuentemente obligados a asumir un riesgo que otros compañeros no soportan. Ahora bien, lo que no es normal es el caso de otros dos futbolistas que están con cuatro tarjetas, a una sola del descanso obligado. Uno de ellos es Jonathan Sesma. El caso del canario es el mejor síntoma de lo que le viene ocurriendo al Cádiz esta temporada. Que el majorero con la amarilla que viera el sábado lleve ya cuatro en sólo trece partidos es harto elocuente y significativo de los males amarillos. Poco tiene que ver este Sesma con el de las tres temporadas anteriores en las que en ninguna de ellas sufría el mal de las tarjetas. Era al revés, y eran los contrarios quienes se cargaban con amonestaciones por no poder aguantar a Sesma que era una bala pegado en la izquierda. En su descargo que quizás sea de los pocos que se está salvando de la debacle amarilla. Puede estar más o menos acertado pero pocos pueden dudar de su pundonor, entrega y de darlo todo. Pero nadie puede negar que no es “normal” ver a Sesma con cuatro tarjetas a estas alturas de competición, las dos últimas en las dos últimas jornadas.El otro es Lobos, que incluso supera al canario. También advertido con cuatro amarillas, el extripero las ha visto en cinco partidos. También, como Sesma, ha pasado de dos a cuatro en menos de una semana. La última por simular. Y es que el tema de Luquitas con las tarjetas clama al cielo. Alguien le debería dar un toque a su puerta.

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