Las segundas partes si que son buenas


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Siete de los ocho goles han sido en la segunda mitad: un 87,5% de los goles. Con el CP Cacereño, tres.Fotos: P.Ortega

Tras un primer tiempo soporífero, la emoción llegó en los segundos cuarenta y cinco minutos de partido. El gol del Cacereño, a los cuarenta y tres segundos del segundo acto (emulando al rayista Michu, que tan sólo veinticuatro horas antes había marcado también un gol en el Bernabéu antes de que se cumpliera el primer minuto de juego) hacía presagiar lo peor. Su autor, Santi Amaro, tras una bonita jugada por la banda izquierda. Sin embargo, el Cádiz, que había dormido en el primer tiempo, falto de ritmo e intensidad, reaccionó con el gol. Paradójicamente, meter el gol fue lo peor que le pudo pasar al Cacereño. Braojos no podía imaginar que, en trece minutos, el equipo amarillo mandaría en el marcador, después de que su equipo golpeara primero.Pero así fue. Los dos goles del Cádiz llegaron por los hombres de las bandas. Siete minutos le duró la alegría al Cacereño. Lo que tardó David Ferreiro, en una jugada personal, en lograr la igualada. Gran gol del gallego, que ya lleva dos esta temporada. Se mostró menos resolutivo que otras veces, pero con su gol lo acabó compensando. Seis minutos después de ese empate cadista, los amarillos volverían a golpear. Dentro del área, Juanjo Serrano asistió a Toti, que batió por bajo a René. Gol importante para el salmantino, tan criticado en este inicio de competición. A partir de ahí, el Cádiz controló bien el juego. Tendría que llegar un tercer gol, obra de Bebo Akinsola. El nigeriano empezó el partido desde el banquillo, como ya ocurriera en el anterior encuentro jugado en Carranza, contra el Betis B. El nigeriano no quiso faltar a su cita con el gol (ya lleva cuatro) y, en una complicada jugada personal, hizo el definitivo 3-1. Ocho goles en lo que va de Liga lleva el Cádiz. Poco a poco el equipo va superando su falta de acierto de cara al arco contrario. Sobre todo, en los segundos tiempos. Es ahí donde el Cádiz saca a relucir todo su arsenal ofensivo, donde consigue acertar en la portería rival. Siete de los ocho goles han sido en la segunda mitad: un 87,5% de los goles. Eso de que segundas partes nunca fueron buenas, parece no cumplirse para el Cádiz. Sólo un gol en la primera mitad, ante el Betis B, de David Ferreiro. El resto, los de Akinsola (Jaén, Betis B, Balona y Cacereño), el propio Ferreiro (Cacereño), Josemi Caballero (Balona) y Toti (Cacereño) han sido tras el descanso. O, lo que es lo mismo, en cinco partidos, el Cádiz se ha ido al descanso con empate sin goles. Preocupa este dato, pues el equipo parece que “tira” los primeros cuarenta y cinco minutos de juego. Por el momento esto no es tan negativo, más si tenemos en cuenta que el Cádiz, en la segunda parte, a excepción de los partidos contra el Betis B –en el que marcó en la primera parte- y Cacereño, siempre marcó antes que su rival, lo que suele ser garantía de éxito. Sin embargo, el Cádiz no se puede permitir el lujo de no marcar en las primeras partes. Ante el Lucena, la próxima jornada, los amarillos tendrán una auténtica prueba de fuego. cad_cac_12.jpg Akinsola marcó su cuarto gol liguero. Todos en la segunda mitad.

Autor: Belmonte

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