Hablamos de los cambios

Enrique y Estoyanoff.En San Mamés no se saludaronFoto: P.O /cadistasfinos.com

«…A a ver, Braulio, de futbol no entiende nadie. El problema es que las críticas cobran sentido cuando se pierde. Es así. Si ganamos, tú seguirias estando de acuerdo con los cambios y otros seguirian sin entenderlo. Pero simplemente no se hablaría de ellos…» Lo de arriba es parte de una conversación que tenía hace unas horas con un buen amigo. Persona con la cabeza bien puesta. Que «entiende» de fútbol  pero que, no obstante, suele dejar la bufanda amarilla en su casa cuando toca analizar el partido. De hecho, a los dos nos gusta dejarla en el mismo aparador, aunque sea virtual. También a mi amigo, y a diferencia de otros, las 48 horas de reflexión, les sirven de eso, de reflexión, y para destensionar lo que no dejan de ser lances del luego, decisiones tomadas por un profesional que conoce mejor que nadie el rendimiento que puede darle un jugador. Son los cambios. En cierta forma acciones del juego; decisiones tomadas y a veces condicionadas, por aspectos que no conocemos y que sólo son noticia en función directa, más bien directisima, del marcador. ¿Quién niega la mayor? Con él había habíado nada más terminar el partido sobre las tres sustituciones del mister. Salvo que no fuera Enrique, si no Sesma el hombre elegido, todos los entendí correctos y necesarios. Quizás «El Figo de Extremadura» hubiera podido aportar más de esa verticalidad hacia la porteria de Lafuente que faltó. También unas dosis de valentía y porqué no de gol. También es verdad que Sesma habia dado un gran rendimiento la semana anterior en circunstancias parecidas. El relevo de Oli por un agotado Cacique ni me gustó ni me disgustó. Es lo que hay. Ya le gustaría tener a Espárrago a otro hombre gol en el banquillo. Cambiar a Bodipo por Aloisi, o a Pisculichi por Okubo. O probar con Julen, Aduritz, Llorente o Urzáiz. Pero tenemos al gran Oli. El héroe del ascenso. El hombre que aporta lo suyo y que en diez o quince minutos puede solucionar un partido. Y el que no piense así… que busque otro goleador en la plantilla. Quizás un cambio más conservador hubiera sido dar entrada a Suárez (probablemente con él no se hubiera acabado el partido en el área de Limia). ¿Alguién se atreve a ni siquiera dejarlo caer?. Pero… lo ven, yo también caigo en la tentación… Es fácil, muy fácil,  hablar conociendo el marcador. Es jugar con ventaja. Claro que me diréis que es imposible hacerlo de otra forma. Esto es la grandeza de este deporte. Del que todos entienden y muchos más opinan, aunque no sepan lo que es un entrenamiento desde que eran niños.»…simplemente no se hablaría de ellos…» Todos los cambios de Espárrago. Ya van 80.