Enrique: un jugador especial

Poco a poco el Cádiz de la temporada 2010-2011 va tomando forma. Poco a poco van llegando nuevas incorporaciones, se van marchando jugadores que no tenían cabida en un proyecto en Segunda División B y se renuevan contratos de futbolistas que formaron parte de la plantilla la pasada temporada. Uno de esos futbolistas ha sido el extremeño Enrique Ortiz, que ha renovado su contrato con la entidad cadista por dos años.enrique_fin.jpg Le pese a quien le pese, Enrique es, a día de hoy, un futbolista básico para el Cádiz Club de Fútbol. Puede que su manera de irse de sus marcadores no sea la más ortodoxa, pero resulta efectiva. Puede que se agote pronto, pero mientras está descansado es un auténtico puñal por la banda. Ya lo demostró en la anterior andadura en Segunda B, cuando fue prácticamente indiscutible para Gracia y logró mantener el mismo nivel en Segunda División la pasada campaña. El año pasado Enrique siempre estuvo ahí. Cuando más inspirado estaba Ogbeche, el extremeño fue su primer escudero. Cuando el protagonismo llegó a tenerlo Tristán, Enrique estaba ahí para dar el pase desde la derecha. Y cuando ningún jugador de corte ofensivo daba la talla Enrique era el encargado de rescatar al equipo.Dentro de todas las posibilidades atacantes con las que contaba el Cádiz la pasada temporada, Enrique Ortiz fue, pese a la irregularidad que le caracteriza, la más regular. A pesar de que en la gran inmensa mayoría de los partidos la gasolina le duraba veinte minutos, Enrique era el que cargaba con el peso ofensivo. Cuando aparecía, incidiendo constantemente por la banda, el Cádiz era una apisonadora. Cuando desaparecía, morían gran parte de las acciones de ataque y el Cádiz se transformaba en un equipo totalmente previsibleEjemplos de esto se pueden encontrar miles en la Liga Adelante 2009-2010, como en el partido en Balaídos contra el Celta de Vigo. Tras el descanso, el extremeño fue el estilete del Cádiz, la punta de ataque. El equipo había estado dormido durante todo el primer tiempo y gracias a un inicio fulgurante del segundo tiempo de Enrique fue capaz de empatar. Pero cuando se agotó Enrique y Víctor Espárrago lo sustituyó, el Cádiz redujo sus prestaciones ofensivas y acabó perdiendo el partido. Con él, el Cádiz fue capaz de ganar a todo un Numancia de Soria en su estadio con autoridad. Sin él, se perdió el partido en Carranza ante la Real Sociedad.Se dio una extrema dependencia de Enrique, lo que ayuda a explicar por qué el Cádiz 2009-2010 fue un conjunto tan limitado en las labores ofensivas. Cuando se depende tanto de un futbolista que no puede rendir al mismo nivel durante un partido, es normal que pasaran cosas como las que acabaron propiciando el descenso del equipo. Durante gran parte de la competición, además de ser la principal referencia ofensiva –gracias a sus “trompiquinhas” y a la sociedad limitada que formó con Cristian- Enrique llegó a ser el máximo goleador del Cádiz. Al finalizar la temporada fue autor de ocho dianas.Un jugador como el extremeño puede ser vital en Segunda B. No sólo por su conocimiento de la categoría, ni por su veteranía, sino por todo lo mostrado la pasada temporada. A pesar de sus limitaciones, Enrique realizó una temporada extraordinaria. Fue capaz de cambiarle la cara a un gris Cádiz en muchos partidos. Fue un jugador capaz de marcar goles importantes, capaz de dar ese último pase para que el delantero rematara. Fue un jugador especial pese a sus carencias y a su escasez de gasolina. Y esta temporada está llamado a volver a serlo, como ya hiciera hace dos años, en la anterior estancia en el infierno de la división de bronce. cad_pol_02.jpg

Autor:Diego Manuel Belmonte

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