Con Aulestia, los penaltis son menos una lotería

Con Oinatz Aulestia los penaltis no son tanto una lotería. Pensaba con la segunda parte a punto de acabar, cuando la prórroga era una realidad y la tanda de penaltis, una posibilidad. El vasco, durante toda la temporada, se había mostrado solvente desde los once metros. No había más que recordar las semifinales del Trofeo Carranza, en las que detuvo tres lanzamientos. O recordar sus estadísticas esta campaña. En la fase regular, el vasco tuvo que afrontar seis lanzamientos desde los once metros. Detuvo tres: un porcentaje de éxito del 50%. En el play-off de ascenso, el Real Madrid Castilla también gozó de una pena máxima en Valdebebas, que no pudo materializar Joselu. Es decir, como jugador del Submarino, Aulestia había encajado tres de siete penaltis. A todo esto, cabía recordar que el mayor logro deportivo de Aulestia, hasta la fecha, lo consiguió desde los once metros. Fue el ascenso a Segunda División B del Real Oviedo, en el Ono Stadi contra el filial del Mallorca. El resultado final de la tanda de penaltis: 5-6. Aulestia detuvo el lanzamiento definitivo en la muerte súbita, dándole la gloria al conjunto carbayón. Momento en que Víctor Curto falla el cuarto penalty del Albacete. Foto: P. Ortega Por todo esto, llegar a la lotería de los penaltis con un hombre como Aulestia bajo palos era menos cuestión del azar. La tanda de penaltis comenzó bien para los intereses amarillos: Núñez disparaba fuera. Después, no pudo hacer nada con los lanzamientos de Sergio Molina y Calle. Al cuarto penalti, llegó el último fallo del Albacete: Víctor Curto estrelló su lanzamiento en el poste. Colorado materializó el quinto y definitivo penalti para los manchegos, pero daba igual. El Cádiz logró el pase a la tercera ronda del play-off. Aulestia, en su segunda tanda de penaltis en un play-off de ascenso, salió victorioso. Dos de cinco penaltis lanzados por el Albacete no terminaron en gol. Está claro que Aulestia es todo un especialista. Lo volvió a demostrar.