Özil: la sensación del Mundial

alemania_ozil.jpgAlemania logró clasificarse para los octavos de final del Mundial tras doblegar a la selección de Ghana. El combinado teutón, que goleó a Australia en su debut y cayó –con un arbitraje que dejó mucho que desear por parte del español Undiano Mallenco- ante la Serbia de Radomir Antic, consiguió así el liderato del Grupo D, enfrentándose a Inglaterra para alcanzar los cuartos de final. Sin duda, el partido de octavos será bonito y emocionante, con dos selecciones candidatas a todo. También logró el pase Ghana, única selección africana que pasa la criba de la fase de grupos. Su rival será Estados Unidos, sorprendente líder del Grupo C. La clasificación de los ghaneses ha sido inesperada, pues se preveía que la que acompañante de Alemania fuera Serbia, que con un equipo repleto de jugadores muy interesantes en el plano individual, vuelve a abandonar prematuramente un Mundial. Fracaso del fútbol balcánico, al que Eslovenia pudo rescatar de la nada de no haberse dado el gol de Landon Donovan ante Argelia. Volviendo a Alemania, decir que el equipo de Low está siendo uno de los que mejor impresión están dejando al aficionado. La maquinaria alemana no para y para este Mundial ha sido capaz de aunar el carácter ganador típicamente teutón y la calidad procedente de la sangre nueva turca. Una mezcla que, por el momento, está dando muy buenos resultados. Jugadores que siempre cumplen con la selección, como Podolski o Miroslav Klose –que, curiosamente, dan un rendimiento netamente inferior en cuanto a sus clubes se refiere- son referentes para el equipo. También son importantes Lahm y Schweinsteiger. Pero, sin duda alguna, el futbolista que más está llamando la atención es Mesut Özil.LOGO_SUDAFRICA.jpgJugador joven –apenas veintidós años- y titular en el Werder Bremen, está llevando la manija de Alemania sin que le tiemble el pulso. El equipo juega al ritmo que marca este prodigioso zurdo de origen turco, siendo este aspecto clave a la hora de explicar por qué Alemania está dando una grata impresión. Posee una gran visión de juego y una facilidad tremenda para jugar al primer toque: se trata de un futbolista cuyo perfil hacía muchos años que había quedado vacante en la selección alemana. Ante Ghana, Özil dio un recital y él sólo se bastó para doblegar al combinado africano. Suyo fue el único gol del partido: un auténtico golazo que nació de un disparo desde fuera del área ante el que el portero ghanés nada pudo hacer. Un golazo que le daba el liderato del grupo a Alemania. Un golazo que terminaba de encumbrar a Özil en este Mundial, en el que, de momento, está siendo el jugador revelación. Sin duda, un gran escaparate para él, que puede verse involucrado en algún traspaso importante al término del Mundial –quizás al Bayern de Múnich, tan dado a arrebatarle jugadores a sus rivales de la Bundesliga para asegurarse el dominio en la competición doméstica. El concurso de Özil será clave en el bombazo de octavos entre alemanes y británicos. Un duelo histórico, que ha dado grandes momentos de la historia del fútbol, como aquella frase de Lineker: “el fútbol es un deporte que inventaron los ingleses, pero en el que siempre ganan los alemanes”. Mucho tendrá que mejorar el equipo de Capello y mucho tendrá que controlar a Özil para evitar que el “axioma” de Lineker vuelva a cumplirse.

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