Tiempos de fortuna amarilla


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En primavera podría darse el caso de que nos tocara como rival el Real Madrid-Castilla y Acuña saliera a marcarnos goles. ¿Se lo imaginan? Tantos mimos para eso.

Al “Dicen que el amarillo” traemos un clásico, el artículo de José Joaquín León, Director del Grupo Joly, que aparece publicado cada lunes en la edición impresa de Diario de Cádiz después de cada partido de Carranza. diariocadiz_jjleon.jpgLO mejor fue el resultado. ¿Lo han leído alguna vez? Pues no se puede decir otra cosa de este Poli Ejido-Cádiz, que sirve a los amarillos para dejar a 9 puntos de diferencia a su principal rival. Era un partido directo, de los que marcan una Liga. Y el Cádiz consiguió el 0-1 al final, en un remate aerodinámico y afiligranado de Mansilla a la salida de un córner, el único que lanzaron en la segunda parte, y cuando se miraba la hora para dar por bueno el empate. Al fin y al cabo, el Cádiz ya había cumplido el objetivo que buscó durante el partido, que era no perder.La suerte de los campeones sigue siendo amarilla. Tal como estaba el partido, igual que terminó 0-1 pudo acabar 1-0. Y se podría escribir lo mismo, en relación a lo visto. El Cádiz se puso el mono de trabajo desde el primer minuto, y en la segunda parte se quedó atrás para mantener el empate, a la espera de algún contragolpe afortunado. La única ocasión clara que tuvo en el partido, además del gol, la desperdició Cristian por pasar el balón, cuando lo tenía todo a su favor para chutar y marcar.Los números del Cádiz son indiscutibles. Quien los mire pensará que se está paseando por la Segunda B. Sin embargo, en los últimos partidos no es así. Tiene sus carencias y las compensa con otras virtudes, además de aprovechar las urgencias del contrario. Al Betis B y al Poli Ejido, en los dos desplazamientos más difíciles que ha tenido, le ha ganado de manera semejante: al borde de la bocina y cuando casi nadie lo esperaba. Está claro que este equipo no se encuentra ahí sólo por suerte. Pero en momentos puntuales, como ayer, le ha sonreído, y a carcajadas.También hubo méritos; de unos más que de otros. El partido de ayer lo salvaron, principalmente, el portero Casilla y los dos centrales, Mansilla y Fragoso, que esta vez estuvieron acertados. Por el contrario, los laterales volvieron a ser vulnerables y el centro del campo se hartó de fallar pases. Al bajón de Caballero se une que Víctor Ormazábal y Fleurquin están más imprecisos que al principio de la Liga. Regalan casi todos los balones que cortan. Esto hace que en algunos partidos difíciles -como el de ayer o el del Ruiz de Lopera-, los delanteros estén perdidos.A pesar de sus números en casa y sus hazañas coperas, el Poli Ejido no demostró nada. Dominaba, pero también estaba pendiente de no perder. Como perdió y se distancia, lo normal es que ahora se conformen con el segundo puesto, momento que el Cádiz debe aprovechar para apretar, porque no está fino, digan lo que digan los números, para perder definitivamente de vista a este Poli que es su único rival para el primer puesto.Se avecina una Feliz Navidad para la causa cadista. 2008, el annus horribilis del descenso, terminará con un Cádiz líder y con números de campeón. Como ya he escrito: cuidado que viene el invierno. En primavera podría darse el caso de que nos tocara como rival el Real Madrid-Castilla y Acuña saliera a marcarnos goles. ¿Se lo imaginan? Tantos mimos para eso. Es una hipótesis que suena a descabellada en estos tiempos de fortuna amarilla. Pero no olvidemos que este mismo año, en Segunda A, si podía pasar algo malo, ocurría algo todavía peor. No tentemos a la suerte en demasía.

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