Si no se paga lo que queda de Cacique no vendrá Estoyanoff
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| Estoyanoff abraza a Cacique en el Bernabéu. Zalazar condiciona la llegada del primero a liquidar deudas de Muñoz por el Cacique.Foto: Archivo-cadistasfinos.com |
El Cádiz CF todavía debe el traspaso de Cacique Medina. Dos años largos después de que el futbolista uruguayo fichara por el Cádiz (julio de 2005), e incluso después de que el jugador haya dejado de pertenecer a la disciplina amarilla, todavía colea el traspaso que en su momento hizo que el delantero del Nacional de Montevideo fichara para jugar en Primera división vestido de cadista.
En el Cádiz ya se sabe que cuando se trata de cifras (también de letras) la opacidad es la norma de la casa. Lo era antes y lo sigue siendo ahora. Es lo que tenemos. Pero eso no quita que ciertas noticias puedan sorprender, sobre todo cuando tienen que ser terceros, además de muy lejanos, los que vienen a informarnos de ello. En este caso ha sido José Luis Zalazar, ex jugador amarillo de la primera época de Espárrago, además de hombre de confianza del círculo de Paco Casal, el magnate uruguayo que lleva los asuntos de Cacique y de la mayoría de jugadores uruguayos (Estoyanoff, Pablo García, Diogo, Chori Castro, Carini, Coelho…). Zalazar, en declaraciones a Diario de Cádiz, y que reproducimos para nuestra sección de “Dicen que el amarillo” ha dejado claro que todavía el Cádiz de Muñoz no ha terminado de pagar el traspaso de Cacique.
«no se trata de una cantidad muy elevada y se puede solucionar, pero hace falta que los actuales rectores del club asuman la situación. Antes de que entrara Baldasano, Antonio Muñoz me dijo que iba a pagar la cantidad pendiente, pero se marchó y no he sabido nada más del tema. Yo conozco mucho a Muñoz y le tengo aprecio porque, de hecho, fue la persona que redactó mi contrato cuando fiché por el Cádiz. Es decir, que le conozco perfectamente. Es una pena estar así porque al final el Cádiz terminará denunciado ante la FIFA. Yo he parado este tema más de una vez porque se trata del Cádiz, pero ya no podré frenarlo más si no pagan».
Sobran las palabras.
