Semana de hormonas

Semana tranquila, pero no tanto. La victoria en Las Palmas trajo la calma, pero el espectáculo que el equipo amarillo dio ante el Ciudad ha vuelto a levantar mar de fondo en «el entorno». Jose mencionó la falta de «testiculina» y la respuesta no se ha hecho esperar. Miguel Angel Vallecillo escribe sobre elllo en portalcadista.com. Lo reproducimos para nuestros lectores en el «Dicen que el amarillo». .-.-.-.-.-.- .-.-.-.-.-.-

Semana de hormonassonrisa-con-broches.jpgDice Jose González que lo que faltó el sábado en el césped de Carranza fue “testiculina”, un palabro inventado por aquellos que cada día tienen que hablar o escribir de fútbol y no quieren utilizar términos malsonantes. Raro es que ninguna organización feminista no se haya aún pronunciado al respecto y hecho público su enfado. Quien sí lo ha hecho, al menos dicen que de puertas para adentro (y también para fuera pues si no sería imposible que lo supiéramos), son algunos jugadores que han explicado al mister que no están de acuerdo con esa apreciación.Yo, por si acaso, dejaré de hablar de la no real “testiculina” y sí de una hormona que es más importante: la endorfina. Cada vez que una persona ríe, se estimulan unas hormonas llamadas endorfinas, conocidas también como «hormonas de la felicidad». Son en realidad, neurotransmisores que son producidos por la glándula pituitaria y son los responsables de las sensaciones satisfactorias, ya que combaten el malestar y disminuyen las sensaciones dolorosas. Además está comprobado científicamente que un alto nivel de endorfinas está asociado con estados de alegría, optimismo y entusiasmo, mientras que los niveles bajos se han identificado en estados de depresión, pesimismo y estrés.No tengo ni la más remota idea de cómo se medirá el nivel de endorfinas en una persona. Pero no hay más que mirar el careto a cada uno de los cadistas que habitan Carranza en estas últimas jornadas para ver que los aficionados amarillos tenemos esos niveles con más déficit que las cuentas del Cádiz (según Muñoz). También dicen los científicos que es posible aumentar la segregación de esta sustancia recordando momentos agradables o con imágenes poderosamente motivadoras.Menuda alegría cuando me enteré. Me encerré en mi cuarto y rescaté imágenes de Mágico que tenía en una cinta VHS y los goles de la temporada del ascenso con Víctor Espárrago en la cual nuestro equipo fue máximo goleador y menos goleado de la categoría. Goles, goles y más goles. Puntos, puntos y más puntos. Que recuerdos y que lejos pueden parecer al visionarlos ahora. Cuando termino, intento que en mis retinas sólo queden esas imágenes y destierro el espectáculo de este sábado ante el Ciudad de Murcia con la esperanza de que dentro de poco puedan las endorfinas chorrearme por las orejas en un gran partido en mi estadio junto a los míos.Que extraño es el cerebro humano y que sabio a la vez. Yo hecho de menos alguno. Uno sabio y viejo.

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