Mejor sin televisión, Gracias

Para José Joaquín León, Director del Grupo Joly, el equipo amarillo sufrió ayer tres visitantes que le pusieron dificil la victoria. Al Granada se le unió un malísimo Vizuete y la tele que quitó público. Como es habitual cada día después del partido en casa, la reproducimos para nuestros lectores.

FUE quizá la derrota más tonta de la temporada. En este partido quedó claro que no interesan para nada estas retransmisiones de Canal Sur, a la hora de la siesta del sábado. Es horario de Premier League, pero estamos en Segunda B. Restó público en las gradas de Carranza, que tuvo una de las peores entradas de esta temporada. Y condicionó el partido, porque el árbitro sevillano Vizuete Sánchez obsequió al Granada con un penalti que probablemente no hubiera pitado sin cámaras por medio. Jugadas como esa, que es necesario que ver repetidas siete veces para comprobar si la rodilla de Fragoso roza el muslo de Israel, hay a docenas cada jornada de Liga y normalmente no se pita penalti. Pero si te está viendo tu familia por Canal Sur, y arbitras en Carranza, en Segunda B, lo normal pasa a ser que pites penalti a favor del equipo visitante a la primera oportunidad posible, para demostrar tu valentía. El partido quedó condicionado por este penalti televisivo. También es verdad que antes de esa jugada, el Cádiz ya había desaprovechado dos buenas oportunidades. La primera en un cabezazo que falló Enrique solo, en el minuto 2, que hubiera dado otro aire al partido. Y la segunda en un remate de Toedtli, que tampoco entró. Además del penalti que marcó el gaditano Ocaña, el partido quedó condicionado por el levante, que en la primera parte tuvo el Cádiz en contra. Eso dificultó su juego y contribuyó a errar tres o cuatro golpes contragolpes claros. López Silva entraba con frecuencia y calidad, pero sin acertar en los pases y los centros. El dominio del Cádiz no fue efectivo en la primera parte y se esperaba la reacción en la segunda, con el viento a favor.Pero tras el descanso se demostró que este equipo tampoco sabe jugar con el viento de cara. También se demostró que no es lo mismo remontar un 0-1 que un 0-3. En sólo 10 minutos el Cádiz encajó dos goles más, según especialidades de la casa. Primero un giligol, en una falta lanzada por los granadinos mientras Fleurquin y compañía estaban mirando a las musarañas, como si el partido no fuera con ellos. Y a continuación, otro gol encajado en un gilisaque de esquina, en el que despejó Casilla y se la pusieron mejor a Lafuente, autor de estos dos goles obsequiados por la tómbola de la defensa amarilla. Por cierto, que este tal Lafuente si jugara todos los partidos contra el Cádiz llegaría a internacional. Lástima para él que sólo sean dos veces en esta temporada.Aunque el Granada jugó la última media hora con uno menos, aunque estaban asfixiados y casi entregados, el marcador final es hasta engañoso. Porque el Cádiz no tuvo opciones de culminar una gesta, después de que ellos mismos se lo pusieran casi imposible. El marcador se ajustó más a lo que se vio en el campo con un gol de buen cabezazo de Manu Barreiro, que es noticia, y un penalti que Toedtli marcó en el alargue, con dificultades. Jugada, por cierto, que el árbitro sancionó con justicia, porque no hubo un penalti, sino tres al mismo tiempo. Tal fue el frenesí defensivo granadino.Partido para que nos recorten diferencias, si la fortuna no acompaña en otros campos. Partido para entender que, a esas horas, mejor la Premier League en el sofá.