La óptica granaina del Cádiz-G74


delacuesta_pacoesteban.jpgDe la Cuesta volvía al Cádiz y a la titularidad. Fue de los mejores. En la imagen pugna con EstebanFoto:  cortesía La Voz de Cádiz

Más de dos décadas hace que la provincia de Granada no tiene un club entre las dos máximas categorías del fútbol español. Vale que el ascenso del G74 fuera atípico, pero lo cierto es que el club del barrio de Almanjayar paseará el nombre de la capital nazarí por toda España. Esta es la primera crónica del G74 que publica el periódico “El Ideal” y que supone la óptica de la prensa granadina del partido, según su enviado especial Manuel Pedreira. El ’74’ se hace notar Los de Tapia defendieron con orden mientras tuvieron fuelle pero sucumbieron frente a un Cádiz superior Aranda gozó de una clara ocasión para empatar y después terminó expulsado con el partido acabado. MANUEL PEDREIRA/CÁDIZ. ENVIADO ESPECIAL El Granada 74 existe. Ya no es una entelequia, una quimera, el sueño de una noche de verano. Dejó de serlo ayer, a eso de las ocho y dos minutos, cuando el colegiado extremeño Ceballos Silva hizo sonar su silbato y once señores de rojo comenzaron a correr y a perseguir el balón, a golpearlo, a robarlo y también a perderlo sobre el césped del Ramón de Carranza.El nene vino al mundo y, como corresponde, lo hizo con lágrimas. Perdió el ’74’. Un gol de Lucas Lobos en el inicio del segundo tiempo y otro de Enrique en el alargue secaron las esperanzas de arrancar la liga con algún punto. Pero aún perdiendo, demostró que puede aprender a caminar por la Segunda A sin complejos ni miedos, pero tampoco con demasiados alardes.El Granada 74 mereció la derrota pero también gozó de ocasiones, en especial una, para asustar a un Cádiz que ayer mismo se apresuró a confirmar su inequívoca condición de candidato a regresar a Primera. Los de Tapia jugaron con orden mientras tuvieron fuelle pero sólo se fueron arriba con el marcador en contra.

gol_celebracion.jpg El Cádiz ganó el partido en las bandas. Enrique por la diestra y, sobre todo, Lucas Lobos por la siniestra, fueron un martirio para la defensa rojilla…Foto:  cortesía La Voz de Cádiz

El técnico cordobés planteó de inicio un 4-2-3-1, con Gibanel y Torrecilla por delante de los centrales, Luque y Juanlu de interiores, Saizar en la media punta y Paco Esteban como hombre más adelantado. El granadino, que ha cubierto una notable pretemporada, quedó prácticamente inédito mientras estuvo en el campo y apenas incomodó a la zaga gaditana,que lo tuvo tan fácil la primera hora de partido que ni siquiera Carmelo, aquel ‘Beckenbauer de la Bahía’, hubiera sufrido ayer para frenar los avances rojillos.Aranda, ofuscadoTampoco mejoró al ’74’ la entrada de Carlos Aranda, ofuscado y ‘chupón’ cada vez que entró en contacto con la pelota, y desatinado en un remate franco a puerta vacía que incomprensiblemente envió al larguero… y a la lista de éxitos de ‘you tube’ en el apartado de grandes pifias. El delantero que sobresalió en el Sevilla de hace unos años y se ganó crédito de goleador, estuvo lento, sin sitio, y vio una absurda tarjeta roja con el choque ya terminado y camino de los vestuarios. Pero hay esperanza, sólo puede mejorar. El Cádiz ganó el partido en las bandas. Enrique por la diestra y, sobre todo, Lucas Lobos por la siniestra, fueron un martirio para la defensa rojilla y centraron un saco de balones al área que al menos sirvieron para exhibir lo mejor del ’74’: sus centrales. Cristian Díaz y Benja fueron, con algunas ráfagas de Juanlu al principio, y de Luque a balón parado, lo mejor de los granadinos. Rápidos en el cruce, contundentes por alto y sin perder nunca la posición, sostuvieron al equipo buena parte del encuentro y poco pudieron hacer en los goles.Dibujo conservadorEse orden y el dibujo táctico conservador que presentó Tapia lograron que el marcador no se moviera antes del descanso. El ’74’ comenzó presionando en el campo contrario y hasta se estiró con descaro por el lado de Juanlu. Pero fue un espejismo. El Cádiz no se puso nervioso y antes de la media hora, Bezares y Fleurquin se adueñaron del medio campo y empujaron a los granadinos hacia su área.gol_enrique.jpg Casas no acertó a marcar en el 32 y tres minutos después, el Carranza cantó un gol invalidado por una falta previa. El ’74’ se desmoronó por el centro, donde Gibanel destruyó lo que pudo pero entregó siempre el balón al contrario, y tampoco Torrecilla, algo más fino, terminaron de cuajar al equipo por esa parcela. El ’74’ reapareció con nuevos bríos tras el descanso, ocupó más campo y hasta dispuso de ocasiones para adelantarse en las botas de Luque, Juanlu y Paco Esteban. Pero a los cinco minutos, Lobos culminó en el segundo palo un avance de Enrique por la derecha y borró el cero a cero del marcador. Tapia colocó a Francisco y a Aranda en el campo, sin cambiar el dibujo, y el ’74’ se fue bravo a por el empate.La ocasiónReculó el Cádiz y, aunque pudo aumentar distancias a la contra, se encontró con la ocasión antes referida de Aranda y dos faltas consecutivas de Luque que cercaron el empate sin conseguirlo. García Remón refrescó su doble pivote con Rivas y, en el arreón final del ’74’, se encontró con el gol de Enrique coreado por un Carranza entregado. En ese momento, Marsá, desde el palco, respiró tranquilo, se despidió con un beso de la alcaldesa y se dirigió contento escaleras abajo. Ni quince goles del Cádiz le hubieses borrado esa sonrisa. El ’74’ vive, juega, luego existe.

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