La Barbekiu

logo_small_new.gif fernando_santiago.jpgFernando Santiago, periodista, y Presidente de la Asociación de la Prensa de Cádiz, no ha querido dejar de hablar sobre el Trofeo Carranza en su habítual columna de opinión «Con la venia»  que tiene en «El Diario de Cádiz». Santiago escribe sobre un tema que no va a dejar a nadie indiferente: Las barbacoas en el Carranza. El Trofeo de los Trofeos, que este año cumple 52 años, alcanzó prestigo internacional sin esa macrocita que cada año tantos dolores de cabeza deja a todos: a los que montan el tinglado … y a los del garrafón después. La reproducimos en nuestro «Dicen que el amarillo» de hoy. .-.-.-.-.-.-  .-.-.-.-.-.- .-.-.-.-.-.- .-.-.-.-.-.- .-.-.-.-.-.-   barbacoa_trofeo.jpg La Barbekiu   A principios de los años 90 se dieron dos felices casualidades que han alterado el curso de la historia en la ciudad de Cádiz. Por un lado, ese excelso exponente de la música mundial, ese filósofo de lo cotidiano que es Georgie Dann compuso su magnífica canción La barbacoa. De otro, empieza la gente a irse a la playa la noche de la final del Trofeo Carranza con todo tipo de artefactos para hacer barbacoas. Los científicos no se han puesto de acuerdo sobre cuál de los dos acontecimientos sucedió en primer lugar. No se sabe si los gaditanos se inspiraron en la profundidad de la letra del rey de la canción del verano o si fue el músico francés el que se inspiró en esta singular fiesta, epítome de señorío, glamour y exquisitez, que se desarrolla en las playas gaditanas.   En cualquier caso la feliz coincidencia ha convertido a la fiesta gaditana en una tradición y a la canción de Georgie Dann en su himno oficioso. Nunca en la historia había ocurrido algo similar. Más aún, casi se puede decir que La barbacoa es a la música lo que las barbacoas del Trofeo a las fiestas populares. Propongo que se declare a Georgie Dann pregonero de las barbacoas del año que viene (en Cádiz no hay fiesta que merezca tal nombre que no tenga un pregonero), con un concierto en la playa incluido donde los centenares de miles de personas congregados puedan cantar a coro «cómo me gusta la barbakiu» y así entrar de nuevo en el Libro Guiness como el grupo humano más numeroso cantando a la vez una misma canción. La letra no tiene desperdicio. Vean ustedes si no: «Qué ricos son los chorizos parrilleros/ qué ricas las salchichas a la brasa/qué buenas las chuletas de cordero/qué bueno es este vino de garrafa/Voy echando leña al fuego/y siguiendo con el juego/cuando quieren darse cuenta/las parejas se calientan/y no pueden esperar». ¿Conoce alguien un poema más hondo? ¿han reseñado los críticos el sentido lirismo de esta composición? ¿se ha valorado justamente la manera en que describe de forma precisa y poética las barbacoas del Trofeo? Por supuesto el autor ha tenido el buen gusto de no hablar ni de la basura, ni del ruido, ni de los orines, ni de los corralitos reservados, ni de las borracheras, ni del destrozo del mobiliario urbano, ni de la suciedad que queda sobre la arena hasta días después, ni de la degradación del medio ambiente, ni de los problemas de orden público, ni del coste para las arcas municipales. Son asuntos menores comparados con «nos reunimos con un montón de gente/ hacemos nuestro ambiente/y una linda barbacoa». Palidezcan de envidia los poetas que en el mundo han sido y los catetos de. otras ciudades que no tienen esta fiesta.

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