Incredulidad en el ascenso

logo_small_new.gif Como es habitual cada día después del partido en casa, reproducimos para nuestros lectores, columna de opinón que José Joaquín León Morgado, Director del Grupo Joly, además de Director del Diario de Cádiz escribe después de partido en Carranza en el rotativo gaditano.  «Incredulidad en el ascenso» es el título de la de este lunes.equipo_inicial.jpg .-.-.-.-.-.- .-.-.-.-.-.-

Incredulidad en el ascenso diariocadiz_jjleon.jpgPARA subir a Primera, el Cádiz necesita que fallen sus rivales directos, Murcia y Almería, pero además debe ganar sus partidos, con mínimo margen de error. Es cierto que el Cádiz ganó cuatro partidos consecutivos y se enganchó en el tren del ascenso, pero también lo es que se ha desinflado. Para ser exactos desde que se lesionó Lucas Lobos frente al Tenerife, que es cuando se acabó la buena racha. La realidad es que el Cádiz de José González, en lo que llevamos de segunda vuelta, ha conseguido 11 puntos, mientras el Cádiz de Oli, en la primera vuelta frente a los mismos rivales, sumó 10, uno menos. No son números de ascenso. Un mal inicio condiciona, pero para eso están los revulsivos. Obsérvese la reacción del Elche, que estaba en zona de descenso, desde que ficharon a David Vidal.Puestos a buscar explicaciones al pinchazo del Cádiz en los últimos partidos, me parece que la principal es la de las lesiones. Ni ayer, ni en el partido anterior de Castellón, jugaron Lobos, Abraham Paz y Abel Buades, que son los tres futbolistas más decisivos de esta plantilla. Y para colmo se ha lesionado Raúl López, que ponía el coraje. Sin calidad, y sin poner lo que hay que poner, nos queda lo que vimos ayer: una mediocridad que dependía de alguna genialidad esporádica de Pablo Hernández o de Pavoni, o algún remate afortunado del desafortunado Medina. Y por si fuera poco, con tantos lesionados, un futbolista que ocupa una de las dos plazas de extranjero, Acuña, en la grada.Junto a lo anterior hay otro problema, y es que este equipo da la sensación de que ya no cree en el ascenso. Para conseguirlo se necesita casi un milagro, pero también otra actitud: más fe, más lucha, más acierto. Y menos errores, claro. Es lamentable que después de ponerse el Cádiz con ventaja, pese a jugar mal, con un penalti que transformó Miguel, el autor del tanto se buscara poco después la expulsión en una acción propia de jugador bobo.El Cádiz se quedó desubicado y temeroso tras la expulsión. Jose González, que había alineado a los mismos de Castellón, pese a lo visto allí, con la única novedad de sustituir a Neru por De Quintana, realizó dos cambios en el descanso: el propio Neru suplió a Velázquez y Bezares a Medina. Ambos cambios con el objetivo de defenderse, dejándole todo el campo al Hércules, y fiándose de algún contragolpe improbable. La consecuencia fue que pasó lo que tenía que pasar. Los alicantinos disfrutaron de muchas oportunidades y marcaron, mientras que el Cádiz, pese a un remate al palo, apenas dio una a derechas. Y al final quitó a Neru, el que había entrado en el descanso, para poner a Nano.Así no se ganó un partido de los que había que ganar. Influyó la absurda expulsión que se buscó Miguel, pero también la poca fe de un equipo que no parece creer en el ascenso como un objetivo posible. Por eso, considero que es un error perder el tiempo con debates artificiales, como la renovación o no de Jose, que se puede tratar en junio, en virtud de los antecedentes, según lo que pase. Lo que se necesita ahora es otra actitud y más acierto para ganar partidos.

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