Hasta dentro de 20 años

Francisco Márquez, de La Voz de Cádiz, escribe «Hasta dentro de 20 años». Es su particular visión entre crítica e irónica de la vuelta de la selección española a Carranza. También la instrumentalización del encuentro por parte de la Alcaldía tiene su fina ironía. Lo reproducimos en nuestra Sección «Dicen que el amarillo»Hasta dentro de 20 añosVeinte años llevaba España sin venir a jugar a Cádiz y el miércoles por fin tuvimos la suerte de disfrutar con su fútbol. Dos décadas después, los gaditanos que se agolpaban en las taquillas del Falla para comprar una entrada y ver a Los Cubatas hacían lo propio en Carranza para reírse con otra chirigota, bueno más bien con una charanga. Dicen que en Castellón se ha constituido un partido independiente integrado por rumanos que se presentará a las elecciones. Seguro que algún paisano mío vino al partido camuflado con ellos y algo se le estará pegando. ¡Tiembla Teófila, que éstos que se fueron allí a trabajar se vuelven y encima te ganan las elecciones! Pero si regresan, que sea por voluntad propia, que esta alcaldesa es capaz de decir que los ha traído ella, como ha hecho con el segundo puente, el Real Madrid en el Trofeo, la selección española y la Zona Franca. Bueno ahí más que traer se lo han llevado.Tiene gracia que nuestros políticos hayan luchado por anotarse el tanto de haber traído el encuentro. Después del tostón, seguro que más de uno está arrepentido de su pelea. No queríamos un cambio, pues ya lo tenemos. Antes se ganaban estos bolos y ahora ni eso. Ya no está Torres, pero se quejan de que el delantero centro no tiene mordiente. Será que le falta una d en su apellido. Después de verlo ya no puedo meterme con el Cacique al que yo, particularmente, digiero mejor. Y el de las hortalizas, contento con el juego y diciendo que no se va. Encima, Villar, con dos bolas, lo mantiene en el cargo. En esta ciudad de contrastes, donde se aplaude una derrota en Salamanca y se pita una victoria contra el Numancia, coincidieron en un día Pipi Estrada, Zerolo y un tal Marica, que marcó el gol rumano. Y con tanto contraste, el respetable empezó coreando a los de rojo y acabó animando a los de amarillo. Como Dios manda, estando en Carranza.P. D. Hasta dentro de veinte años.