Éxtasis en el Falla

Hablar de Carnaval, de Falla, es hablar del Cadi, del amarillo. Desde hace diez años, lo es también del ya inmortal «Me han dicho que el amarillo». Orgullo del cadismo, la letra fue cantada de forma «improvisada» en la final del certamen. Momento apoteósico, que merece un homenaje de Fernando Estrella en su columna habitual en La Voz de Cádiz, y que reproducimos para nuestra sección «Dicen que el amarillo». Nunca mejor dicho… .-.-.-.-.-.- .-.-.-.-.-.-

cartel_campana_0203.jpgExtasis en el Falla cadiz_festrella.jpgLas 21.00 horas, el mismo protocolo de siempre, las mismas fotos, los mismos colados, los mismos políticos y famosos, y un pregonero, un tanto egocéntrico, que, cual si fuera nuestro auditor David Páez en la previa de la Junta de Accionistas, repetía una y otra vez su lema («mañana ajustaremos cuentas»), a modo de aperitivo de un pregón, extraordinario para la mayoría y un tanto hortera para algunos de los que vinieron desde el otro lado del Puente Carranza. En medio de una final caracterizada por la ausencia de pelotazos, apenas pasada la media noche se produjo el momento de éxtasis. Tras terminar el segundo de sus tangos la Orquesta Cádiz (tan merecedora del primer premio como el coro de Julio Pardo), salió a escena don Manuel Santander, y, cual si fuera Riccardo Muti, Von Karajan o Zubin Metta en el Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena, pero con mucho mas arte, tomó prestada la batuta y dirigió a un coro de casi medio centenar de personas interpretando a la perfección el único y verdadero himno del Cádiz. Todo el Gran Teatro Falla, puesto en pie, agradeció a mi compañero de la columna de los martes la creación de esa obra maestra que cumplía diez años desde que saliera de las gargantas de la familia Pepperoni, envidia de cuantos clubs nos visitan, aunque nuestros dirigentes, según se insinúa en los «balones fuera» de la revista de Carlos Medina, no parecen haberle dado el trato que se merece. Amigo Manolo. El Cádiz estará en deuda contigo, pero ninguna compensación económica es comparable con el calor y el cariño que la afición te tiene a ti y a tus letras. En estos tiempos de mediocridad, de no saber ni a lo que jugamos ni a lo que aspiramos, de falta de proyecto de futuro y de múltiples dudas en lo deportivo y en lo administrativo, puedo asegurarte que tu altruista cadismo alcanzó otro momento de gloria en la noche del pasado viernes. No creo que mis pelos de punta fueran los únicos que se erigieron al sonar como nunca tu famoso pasodoble, por lo que, en mi nombre y espero que en el de toda la afición, gracias, gracias, gracias.   Coro «La Orquesta Cádiz» – Me han dicho que el amarillo por cortesía de PortalCadista y de Canal Sur TV

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