Sin goles
Cuando el 29 de octubre el portero del Numancia, Juanpa, facilitaba a Nano el gol de la victoria cadista ante el equipo soriano nadie podía pensar que aquel sería el último gol que verían los aficionados amarillos en Carranza. Dos meses después, el nuevo empate a cero ante la Ponferradina ha confirmado que aquel gol de cabeza no ha encontrado sucesor en el 2006.Y eso que el Cádiz salió muy metido en el partido. El efecto eufórico de la victoria ante el Lorca sirvió para que el Cádiz encerrara en su área al equipo berciano. La Ponferradina acusó la presión de jugar ante un Carranza casi lleno. Enrique se convirtió en el principal estilete amarillo pero a su hiperactividad no pudo acompañar igual nivel de acierto. Dos acciones destacaron sobre todas: una volea desde la frontal del extremeño a la que el guardameta Rubio respondió con una excelente intervención y una internada de Fernando Morán que Bornes cortó en falta y recibió una tarjeta amarilla.
Instantes después Bornes recibió una segunda tarjeta amarilla absurda y fue expulsado. El Cádiz tenía muchos minutos por delante con un jugador más pero, de nuevo, la superioridad numérica no estuvo lo suficientemente bien llevada por los amarillos. Los jugadores cadistas iban perdiendo gas y cada vez parecía más difícil que el Cádiz hiciera un gol sin ideas ante un equipo visitante bien ordenado y mucho más asentado que en los primeros minutos. Pese al buen trabajo realizado por Fernando Morán en la mediapunta, su presencia en este puesto le quita mucha pegada al Cádiz. No obstante, los amarillos acabaron la primera mitad con diez hombres dentro del campo de la Ponferradina aunque las escasas llegadas de la Deportiva acababan mostrando más peligro. Así un remate fuera de Alessandría a la salida de un corner y una jugada de Risso que le robó la cartera a un dubitativo César Caneda, sembraron el ¡uy! en las frías gradas amarillas.La segunda parte vino determinada por la rigurosa expulsión de Andrés Fleurquin. Sin el uruguayo el Cádiz se vino abajo como un castillo de naipes. La Ponferradina esperaba en su campo y ni la entrada de Lobos, ni la de Sergio Rodríguez encontraban las llaves de la reja berciana. Los destellos de calidad de Lobos están, en las últimas semanas, apareciendo de forma excesivamente irregular y el pretendido sucesor de Mágico González si de verdad quiere serlo tendrá que comenzar por colaborar en sacar al Cádiz de la Segunda División.
El juego del Cádiz se construía sobre los pases horizontales de la defensa y cuando Miguel y Sergio trataban de hacer progresar el balón sus errores permitían los contraataques mortales de la Ponferradina. La Deportiva tuvo las ocasiones para llevarse la primera victoria fuera de casa pero los jugadores de la Ponferradina fallaron todo lo fallable. Armando le hizo un paradón a Asier en un lanzamiento de falta pero, posteriormente, los atacantes bercianos fallaron, al menos, tres ocasiones clarísimas.La entrada, ya al final, del Cacique Medina permitió que recordásemos el buen juego con los brazos del uruguayo que ayudado por su antebrazo izquierdo controló un balón y marcó un gran gol anulado inmediatamente por el colegiado. A partir de ahí, no se volvió a ver al Cacique y casi que al Cádiz. Sólo la endeblez ofensiva de los de Ponferrada permitió que, al menos, un punto se quedara en Carranza.No se sabe si será la estrechez del campo, los nervios de los futbolistas o la incapacidad del Cádiz para marcar el ritmo del partido, pero lo cierto es que el Cádiz ya acumula demasiados partidos sin ganar en Carranza. Un problema al que debe poner solución a la mayor brevedad o de lo contrario cualquier sueño renacido volverá a desvanecerse. Fotos: La Voz de Cádiz
Autor:JG del Valle
