Noventa minutos para quedarse en casa

cad_lor_01.jpgBostezo. De Paula remata de cabeza y el portero del Lorca, Orlando detiene. Bostezo. Con esto y el resto de la página en blanco podría resumirse el nuevo partido del Cádiz en Carranza que ha sido peor que el anterior pero que quizá sea gloria comparado con el próximo desastre.Enfrente un equipo que, posiblemente, la semana que viene sea matemáticamente de Segunda B. Con poco más que voluntad, al segundo peor equipo –según la clasificación- de la Segunda División le bastó para maniatar a un Cádiz hastiado, sin ideas, aburrido, triste.cad_lor_03.jpgLos pocos fieles que le quedan al actual equipo amarillo pasaron de la ilusión por ver goles a la indiferencia, de ahí a la desesperación y por último al cachondeo. Y que una afición que quiere tanto a su equipo como la amarilla se ria de los suyos haciendo la ola ante un espectáculo futbolístico bochornoso comienza a ser más que preocupante.Pero es que hay poco que salvar en el Cádiz que ha jugado en Carranza. Si acaso los dos laterales. Poco más. Excepción hecha de Limia que no ha tenido que intervenir. De Quintana está lento y resuelve todos sus problemas abusando de las patadas por detrás. Además, en la entrega acierta un pase de cada cien. También tiene problemas con el balón César Caneda. Pero de medio campo para arriba, la situación es un páramo.Buades ha pasado de ser el hombre que nos iba a conducir a Primera a un tipo grueso con melena que deambula por el centro del campo cadista. Miguel García le pone voluntad, de los poquitos, pero tiene muy poca idea de jugar al fútbol y un problema con las entradas a destiempo.cad_lor_04.jpgEn las bandas, hace tiempo que Pablo H es el mejor pero que su cerebro está muy lejos de Carranza. Enrique es una sombra de aquel jugador que fue y Jonathan Sesma, además de hablar más de la cuenta, en el campo sigue siendo un cero a la izquierda. Lucas Lobos, el heredero de Mágico, más bien va camino de convertirse en el heredero del Indio Vázquez. Y De Paula. ¿Qué decir de De Paula? Que, incluso sin sus goles, puede salvarse la Real Sociedad. El hombre que venía a ser el goleador del equipo que ascendiera ha hecho la friolera de tres goles.Y encima el entrenador que vino a darle fuerza al Cádiz, el que corregía el error más grande jamás cometido por un secretario técnico, el mister que nunca dio el perfil pero sirvió para callar a la prensa, no es capaz de sacar nada de un equipo muerto lo que dice muy poco de sus dotes de motivador. Y para colmo ha perdido esa valentía que siempre le caracterizó y hoy ha cambiado a Pablo H en el descanso para ahorrarse una bronca –aquella que se llevó hace unas semanas y que le deparó la rectificación más penosa que he visto en un entrenador de fútbol.Pues mira, al final he rellenado una crónica de un partido en el que no ha pasado nada. Más que noventa minutos que podrían haber servido para cualquier otra cosa. Y los jugadores se empeñan en que dentro de quince días nos lo pensemos.

Autor:JG del Valle

También te podría gustar...