Medina le echa una mano al Cádiz

album_mal_cad_03.jpgTras varios meses de competición que uno de los delanteros del Cádiz aún no se hubiese estrenado resultaba algo preocupante. Más aún, si este delantero había sido fichado en verano como el “hombre gol” que el equipo necesitaba. Cierto es que el “Cacique” Medina no había contado con muchas oportunidades para marcar y había apuntado ciertos detalles, pero se necesitaba que se estrenase en liga. Lo que nadie podía prever era que el día que se estrenase Medina iba a lograr un doblete y, menos aún, que el primer gol del uruguayo iba a ser con la mano.

Corría el minuto 15 de la primera mitad cuando una falta lateral cayó cerca de los dominios de Medina que trató de rematar mientras lo agarraba Litos con tan mala suerte para el malaguista que el balón rebotó en la mano del “Cacique” y, tras describir una extraña parábola, se introdujo en la meta de Arnau.

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Hasta ese momento la superioridad del Cádiz había sido notable. Este novedoso equipo de liga que Espárrago se ha inventado es especialmente ofensivo, controla el juego, busca las bandas, juega entre líneas y crea mucho peligro. Esta vez en la retaguardia jugaron De la Cuesta y Raúl López en lugar de De Quintana y Mario Silva. El equipo no lo notó, o lo notó positivamente. Porque Raúl López cerró perfectamente la banda izquierda y De la Cuesta apoyó a Berizzo para controlar al peligroso Salva, al rápido Edgar en la primera parte y, en la segunda mitad, al gigantón Morales.

La primera ocasión fue del Cádiz con una internada de Enrique que centró para que Arnau evitara el gol. La respuesta del Málaga fue un disparo lateral de Salva que detuvo Armando sin más complicaciones.

Poco después llegó el gol de Medina con la  mano que plasmó el completo dominio amarillo. Dominio que no se aminoró con el gol, sino todo lo contrario. Tanto que Medina hizo su doblete en un balón robado por Sesma que le puso un pase perfecto al Cacique. Tan perfecto como la vaselina que le tiró el uruguayoalbum_mal_cad_01.jpg a Arnau. A partir de ahí llegaron los mejores minutos del Cádiz que trianguló con una suficiencia inesperada. Berizzo y Bezares cortaban, Benjamín construía, Nenad buscaba y encontraba a Enrique que entraba por la banda con grandes facilidades. Si el Cádiz hubiera afinado la puntería la primera parte habría acabado con goleada.

Tampoco es que el peligro se cerniera sobre la portería de Armando en la segunda parte. La salida de Morales podía asustar a defensas menos curtidas, pero el trabajo de Berizzo, De la Cuesta, Varela y Raul López, apoyados por el incombustible Bezares oscureció al compatriota de Espárrago. El “Chengue” acabó más preocupado de golpear defensas cadistas que de jugar la pelota. No obstante, al inicio de la segunda mitad algunos balones colgados metieron cierto miedo en las filas amarillas. Sin embargo, la expulsión de Antonio López –que había recibido una amarilla estando en el banquillo- terminó de matar al Málaga.

A partir de la expulsión sólo hubo un equipo en el campo. Un Cádiz señorial que tocó todo lo que quiso y que, con la entrada de Lucas Lobos, ganó en presencia ofensiva. El ex de Gimnasia y Esgrima demostró unas grandísimas condiciones, especialmente en un regate y un sombrero a Alexis que no acabaron en gol por muy poco. La superioridad del Cádiz era tal que Pérez Lasa acortó el período de descuento para no hacer sufrir más de la cuenta a la afición malaguista. El goce de los miles de cadistas que se desplazaron a Málaga continuará, dentro de los coches y los autobuses en todo el recorrido costero que separa la Costa del Sol de la Costa de la Luz. Pocas veces 40 euros habrán estado tan bien invertidos.

Autor:Ccapital

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