Un digno regreso

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 La portada de Cadistasfinos en el retorno a Primera División. Habíamos vuelto con mucha dignidad,

logo_small_new.gifCuando el pasado julio estaba celebrando junto a miles de cadistas el ascenso de mi Cádiz sólo se me pasaba una cosa por la cabeza Hagamos lo que hagamos, estaremos un año en Primera. Y así era. Me daba igual que perdiéramos en casi todos los campos de España, que no fuéramos capaces de marcar un sólo gol a equipos de renombre o que no derrocháramos la calidad que exigía la División de Honor. Lo único que me importaba es que íbamos a ser un equipo de Primera. Porque aunque no todos los cadistas pensaban así, yo siempre preferí ser cola de león que cabeza de ratón.

 

Y empezó la Liga. Al Real Madrid le plantamos cara, pero esa no era nuestra vara de medida. En Santander ganamos. Villareal y Celta sólo se pudieron llevar un empate de Carranza. En Sevilla no perdimos ninguno de los dos partidos. Pusimos contra las cuerdas al Zaragoza y al Valencia. Aprovechamos la debilidad del Athletic de Bilbao. El Getafe de Schúster también cayó en Carranza. Ganamos en Montjuic y en La Rosaleda. Incluso durante media hora le metimos miedo al invencible Barcelona el día que Mirosalvjevic dejó de ser Mortadelo.

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 El Cádiz en el Bernabeu. Una imagen para el recuerdo

Sólo dos jornadas estuvimos en puestos de descenso y con ese bagaje llegamos al Bernabeu. Allí gracias a la televisión toda España pudo ver que este Cádiz tiene muy pocos miedos. El equipo amarillo me demostró que tiene mucho que decir en esta Primera División.

 

Esta semana hemos visitado la casa de los nuevos ricos de los azulejos. Ni Forlán, ni Sorín, ni Sena, ni Guayre, ni ninguna de las estrella del falso Submarino amarillo han podido con ese Cádiz que en mi opinión está mejor que nunca.

Hay equipos con más presupuesto, con más estrellas, con más gol, pero pocos tienen más dignidad y más vergüenza en el campo que este Cádiz lleno de trabajadores que nos hace soñar todos los domingos, porque este viaje por la Primera División no está siendo una pesadilla sino un dulce sueño.

Autor:Cientonoventayseis

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