Oli, ¿una decisión meditada?

logo_small_new.gifcadiz_oli_6.jpgUna apuesta arriesgada.

 

Está claro que convertir a uno de los jugadores emblema del equipo en el entrenador de la próxima campaña es, sin lugar a dudas, una decisión que lleva implícitos una serie de riesgos. Sin embargo, es una decisión con más puntos seguros de los que parece a primera vista.

Lo primero, el conocimiento de la plantilla. Ninguno de los posibles candidatos a entrenar el Cádiz el próximo año, una vez descartado Don Víctor Espárrago, pueden presumir de tener una certeza mayor sobre las cualidades y aptitudes de los jugadores del Cádiz. Oli ha compartido muchas horas con los que, hoy por hoy, son futbolistas del Cádiz, y de los que vengan también tendrá un conocimiento más que suficiente.

 

cadiz_oli_sevilla.jpgAdemás, la figura de Oli aglutina al cadismo de forma ostensible. Pocos estandartes tiene nuestro club como el de Oliverio de Jesús Álvarez. El hombre que con su gol en Chapín consumó el esfuerzo, el jugador que ha servido mil veces de portavoz de una plantilla inexperta pero que ha tenido en Oli a uno de sus emblemas.

Porque es lugar común afirmar que Oli cuenta con el respeto más absoluto de todo el vestuario. Su ascendiente sobre sus compañeros, sus dotes de mando, su capacidad de liderazgo se dejaban notar en todos los partidos del equipo amarillo, tanto en aquellos en los que jugaba como en los que sólo calentaba en la banda, más pendiente de apoyar a sus compañeros que de calentar.

 

cadiz_oli_calderon.jpgOli además no presenta apriorismos negativos en la prensa de Cádiz. Oli es respetado por todos los medios de comunicación que siguen al equipo amarillo porque siempre ha sabido mantenerse en el punto correcto de honradez con la afición y de consideración con los profesionales que cubren la información amarilla. Este dato, que puede parecer baladí, es sin lugar a dudas de gran importancia, puesto que pocos entrenadores podrían soportar una campaña en contra desde el primer minuto como la que soportó Don Víctor Espárrago. Para la tranquilidad del club, mejor un entrenador respetado por la totalidad de la canallesca.

Los únicos dos defectos, los consabidos. La inexperiencia y la excesiva cercanía con sus antiguos compañeros de vestuario. La primera se equilibra por su ilusión y sus ganas de aprender, el hambre del que tanto se ha hablado como condición para entrenar al Cádiz. Además, el otro gran candidato (Unai Emery) tiene experiencia en Segunda pero no en un club de la entidad del equipo amarillo con la masa social que tiene tras de sí el Cádiz.

 

Con respecto a la cercanía a sus excompañeros Oli es un tío lo suficientemente serio como para saber mantener las distancias, cuando haya que mantenerlas. Ahí estará una de las bases de su deseado éxito.

Desde mi punto de vista, con Oli el club ha acertado. Aúna las mejores características de Jose González (su osadía, sus ganas de labrarse un nombre) con algunas de las mejores de Don Víctor Espárrago (su humildad, su saber estar, su seriedad, su conocimiento de los estamentos del club amarillo, su templeza). Un tío listo que, a poco que la pelotita entre, nos dará muchas tardes de gloria. Amen.

Autor:Ccapital

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