No sabemos perder

Remón dando órdenes. Realmente pocas veces puede un entrenador alegrar tanto a la mayoritaria como hizo Remón aplicando sus criterios el sábado.Foto: jm/cadistasfinos.com

Cuando un resultado es esquivo, y más en un lugar como en Cádiz donde con tanta intensidad se escruta lo que acontece en el entorno amarillo, encontrar explicaciones a la derrota se convierte en el deporte favorito. Esta semana ha habido para todos los gustos y colores:  Que si la posición de Lobos, que si las primas, que si la falta de altura, que el doble pivote ofensivo, que si el Córdoba se lo tomó más en serio…que Remón se empeña en el cuatro-cuatro-dos, que el equipo rendiría más con un «enganche»…

De todas ellas hay una que me ha llamado poderosamente la atención. Es la que algún intrépido opinador ha introducido (yo no digo que esta sea la razón pero me ha llamado la atención) sobre la conveniencia o no, los motivos, para que de los once jugadores que recibieron al Córdoba, ocho fueron nuevos fichajes, por solo tres de los antiguos.

Veamos: El Cádiz cuenta actualmente con veintiún futbolistas de campo. El reparto es ocho nuevos y trece viejos. Una primera ojeada al dato quizás pueda inducir a una interpretación equivocada viendo la alineación. Para recibir al Córdoba cuatro de ellos estaban ausentes por motivos físicos (Raúl, Enrique, de la Cuesta y Pavoni), mientras que Paz casi podría apuntarse dentro de la lista de los convalecientes. Como vemos prácticamente todos hubieran sido titulares de estar bien.

Ya el reparto por tanto de los disponibles quedaba en un ocho a nueve todavía a favor de los viejos. De éstos últimos García Remón optó solo por el trío formado por Vella, Lobos y César como de la partida, mientras que dejó fuera del once a Fleurquín, Bezares, Miguel, De Quintana y Nano, además de a Paz.

No creo justo tildar por ello al mister de ventajista por poner a los nuevos. Realmente pocas veces puede un entrenador alegrar tanto a la «mayoritaria» como hizo Remón aplicando sus criterios el sábado. Sembrar dudas a posteriori sobre favoritismos no creo sea ni justo ni cierto.