Match point: La importancia de la suerte

Quiero centrarme en la película ‘Match Point’ de Woody Allen que cuenta la historia de Chris (Jonathan Rhys-Meyers) una ex-promesa del tenis que se va a Londres a dar clases, y allí de forma casual empieza a entrenar y de paso logra colarse en los círculos de la alta sociedad inglesa de la mano de uno de sus alumnos (Tom) que le presenta a su hermana Chloe (Emily Mortimer), con la que empieza una relación y con la que termina casándose. La aparición de Nola (que buena es, y está, Scarlett Johansson), una aspirante a actriz estadounidense —a la que conocerá en calidad de novia de Tom—, pondrá en peligro las metas de Chris. El personaje interpretado por Rhys-Meyers parece tocado por la varita mágica de la buena suerte. Y es que el azar es uno de los ejes temáticos del filme. Woddy Allen mantiene la teoría de que el mundo se divide entre las personas que tienen suerte y las que no. El talento es importante, pero sirve de muy poco si no se tiene fortuna. Y parece que el cariño que la diosa le tiene a Chris la hace incapaz de sentir un poco de aprecio por Nola.Siempre he pensado que la suerte es fundamental en la vida y cada vez creo menos en eso de que el que la busca es el que la encuentra. De que entre la pelotita en los once metros y no golpee en la pantorrilla de un rival y marche fuera de puerta; aquel balón que golpea con estruendo el travesaño y rebota en línea de gol (¿dentro… fuera?). Suerte, sólo suerte. Una bola de partido en tenis golpea en la red y de que caiga a un lado o a otro depende la victoria de uno u otro jugador. Una de las escenas cúlmen de la película es cuando un anillo lanzado con fuerza al río Tamesis golpea en la barandilla y no cae al agua. Esto determina el inesperado final de la película. ¿Buena Suerte? ¿O mala suerte? …Sólo suerte. El Cádiz juega el domingo en Chapín, y porque me gustan las emociones fuertes seré uno de los pocos cadistas que repetiremos visita al bonito estadio jerezano. Allí estaré para vivir en silencio el tremendo abucheo, mezcla de gritos, y algún que otro insulto con el que recibirán a nuestro equipo. Cosa normal por otro lado. Junto con al menos 183 personas que viajaran desde Cádiz (ese es el ridículo número de entradas que la Directiva del Xerez C.D ha optado para enviar a su venta a Cádiz) pensaremos seguro que el que ríe último siempre ríe mejor. Y me acordaré de lo que mi amigo ex-compañero de pupitres en San Felipe Neri comenta de la “eterna suerte” que acompaña en su vida a José desde las aulas de los Marianistas. No es un match point, porque aún queda mucho liga, y esto no es como empieza, sino como acaba. Pero estoy seguro que el azar, la suerte, será determinante. Puede ganar cualquiera, será un partido abierto, y en el que los pequeños detalles serán determinantes. Pero confío más que nunca en el Cádiz Cf, por una sencilla y para mi lógica razón. Llevamos una mala racha toda la liga, con despido de Oliverio, en los tres últimos partidos hemos estado más cerca del triunfo que de la derrota, pero se nos resiste ganar. Y la cosa tiene que cambiar. Todo lo contrario que al rival del domingo, el líder Xerez Dpvo. al que sin restarle méritos, parece que sus jugadores le han tocado la chepa a un jorobao, o Joaquín Morales pisó mierda y están que se salen. Son los cantantes de moda, los Triunfitos de la liga de los Bancos. Pero el domingo están nominados y algún favorito puede salir de la Academia. Por cierto, siempre he pensado que soy un tipo con suerte. P.S: Para los más cinéfilos recomiendo ver la película y en especial la actuación de Scarlett Johansoon. Su primera aparición en escena es de las que te abren la boca y no te dejan cerrarla en unos segundos; a partir de ahí te enamoras literalmente de ella y de su personaje, que sabe a poco; uno no quiere que termine la película para disfrutar más de su presencia; No es sexo, es atracción, fatal atracción para algunos, pero ¡Dios Mío! ¡Qué buena es…y está!

Autor:Tito Martín