Las acciones y el negocio

acciones_cadiz.jpgLa situación originada anoche en el Carranza vuelve a quitar el sueño (no es un juego de palabras) al cadismo. Seguramente ni Baldasano ni Muñoz sepan lo que el Cádiz supone para una afición, que ni ha comprendido ni va a comprender jamás que su equipo no es un club sino una sociedad mercantil.

El Cadismo, con mayúscula, asiste atónito a un espectáculo que no se merece, y ya empieza a estar harta de ser ninguneada, por mucho que tanto unos como otros sólo se pongan de acuerdo en decir que la afición es el gran patrimonio de la Sociedad amarilla.

Dice el Acta del Consejo que las irregularidades detectadas frustran por completo el objeto del negocio (el de compra) mientras que Muñoz declara que está dispuesto a asumir poderes de nuevo pero sin renunciar a lo pactado en el negocio de venta (un mínimo de siete millones de euros). Y esta es la clave de todo, un negocio. Lo que menos importa es el gran patrimonio de la sociedad.

Se hace necesario conocer en primer lugar la auditoria contable esgrimida por Baldasano para su segunda espantá. Que los mismos auditores del club consideren al club en quiebra técnica cuando no hace unos meses informaron positivamente las cuentas del grupo de Muñoz es la primera de las incógnitas que a mí, y supongo que a todo cadista bien intencionado, quisiera poder desvelar. Pase lo que pase de aquí al 15 de noviembre, se hace necesaria conocer la auditoria.

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