Championliguitis

champinon.jpgPor championliguitis o en su termino más coloquial, atracón de champiñones; se entiende aquella disfunción psico-futbolera que sufren los equipos modestos de nuestra liga, que abrumados y deslumbrados por galaxias europeas de renombre y tronío dejan de lado la competición nacional ocasionándoles graves problemas de salud.

 

Dicha enfermedad puede causar incluso la muerte deportiva en forma de descenso; como el caso del Celta de Vigo, más acostumbrado a percebes y vieiras que a setas y champiñones; o en el mejor de los casos, les conduce a estados crónicos febriles con apatía y languidez de infinita duración. Mallorca y Real Sociedad después de importantes ingestiones de la seta venenosa han pasado en varias ocasiones por la UVI, y no terminan de recuperarse. De hecho, hace unos meses, y de camino a urgencias, el conductor de la ambulancia que llevaba al enfermo balear al hospital comentó…¿Y si lo dejamos directamente en el tanatorio? Afortunadamente para los bermellones, y gracias a algo más que un milagro, consiguieron salir del duro trance que les tenía bien cerca del patio de las malvas.

 

Este año, se han advertido dos nuevos casos de ingestión irresponsable de la fatídica seta, uno de los casos se ha producido en Sevilla y el otro cerca de La Plana castellonense. Las consecuencias desgraciadamente podrían ser fatales. Y no será porque no se les ha avisado con tiempo.

 

Precisamente el domingo recibimos en Carranza a uno de los sujetos que ha ingerido la manzana del pecado en forma de seta venenosa. De hecho, y aunque todavía es pronto, ya se pueden apreciar los malévolos síntomas de la agresiva enfermedad en el conjunto azulejero. Hace dos semanas, ya se le notaron nauseas en Pamplona y el domingo pasado sufrieron un mareo muy agudo en su propio domicilio. 

 

De hecho, este fin de semana rendiremos pleitesía en Carranza a un afectado que recientemente habrá ingerido el Manchestirus Agaricus blazei Murill, variedad de champiñón típico de la zona de las midlands inglesas y terriblemente venenoso. Ya veremos las consecuencias que esto les ocasiona.

 

…Mientras tanto, y  por mi parte, yo me sigo quedando con los espárragos trigueros. ¿Y ustedes?

 

 

 

Autor:Roberto Rivero

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