Apelar a la afición


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La afición da, muchas veces de forma incondicional, pero llega un momento en el que no puede dar más si no ve que el esfuerzo vale la pena. Esa es la idea.

Se acerca el final de la temporada, el tramo decisivo y, con él, llega el momento en que todo el mundo apela a la afición. Pasa en cualquier club, para el que el apoyo de la grada es fundamental, más en este tramo final de competición. Y el Cádiz Club de Fútbol, tan raro para demasiadas cosas, no ha sido una excepción. En la comparecencia ante los medios de comunicación del pasado viernes, Jose González, además de repasar cómo ha preparado el equipo el duelo contra el Caravaca, no dudó en pedir el apoyo de la hinchada. “Esperamos que tengamos el apoyo de nuestro público y que éste sea consciente de que estamos en una situación en la que necesitamos de todo el mundo. El final de la temporada está cercano y si hay que tomar responsabilidades al final, pues que lo hagan. Pero ahora necesitamos de todo el apoyo”. Fueron las palabras del técnico gaditano en referencia a la afición del equipo. Está claro que el equipo se juega mucho en estos momentos: la posibilidad de acabar entre los cuatro primeros, de poder disputar un play-off que puede sacarlo del pozo de la división de bronce y devolverle al lugar que, por historia, le corresponde. Sin embargo, me parece muy fácil apelar a la afición, como si no fuera consciente del momento por el que atraviesa su club. La afición está desencantada, harta. Triste porque el club de sus amores tiene que jugar ante equipos que no le corresponden por historia. Cansada, porque el equipo da una de cal y otra de arena y, muchas veces, ha sido incapaz de afrontar con garantías sus compromisos ante estos equipos “menores” (al menos, en cuanto a historia futbolística, no se me vaya a malinterpretar porque tanto ellos como el Cádiz están, a día de hoy, al mismo nivel) La afición del Cádiz, fiel como ninguna otra, está cansada de caer, volver a levantarse, caer y volver a levantarse. Está harta de ilusionarse para después volver a perder la esperanza y la fe. Está, también, harta y cansada de engaños (aunque esto no sea responsabilidad de Jose González y sus pupilos) Harta de que se la manipule, de que se la pretenda utilizar para los intereses personales de alguien que no se preocupa lo más mínimo de hacer más atractiva su empresa para que llegue cuanto antes un nuevo comprador. La categoría en la que está el Cádiz no ayuda a que la afición se movilice para ir al estadio a ver a su equipo. Tampoco, ayuda en nada la imagen que el equipo está brindando. Antes de pedir el apoyo de la afición, el equipo tiene que mejorar. Tiene que cambiar, reaccionar, hacer que, de verdad, valga la pena el esfuerzo de ir al campo de fútbol para ver un encuentro de Segunda División B. Tiene que dar un plus, que es lo mínimo que esta cansada hinchada pide a un equipo que, por historia, no está donde debe. Esta temporada el Ramón de Carranza ha sido escenario del sonrojo cadista. Ha sido el escenario donde el Cádiz ha sido incapaz de doblegar al Betis B, al Lorca Atlético (al que hace tan sólo una semana le cayeron cuatro goles del Cádiz), al Melilla y al San Roque Lepe. Ha sido el escenario en el que el Cádiz ha empatado contra el Murcia, el Almería B o el Lucena. Ha sido el escenario en el que el Cádiz ha tenido que sufrir (y mucho) para poder ganar al Yeclano, por ejemplo. Con este historial en su estadio, resulta difícil que la afición acuda en masa a ver a su equipo. Resulta, además, difícil apelar a la hinchada.Comprendo que, tras marcarle cuatro goles al Lorca Atlético, Jose González apele a la afición. El equipo parece haber reaccionado. También, en un fútbol de tantos tópicos como el actual, entiendo que al técnico no le quede otra que referirse a la afición, a la necesidad de que acuda al campo y anime a su equipo. Es un tópico más que, como todos los tópicos, debería erradicarse cuanto antes. Ni quiero criticar ni quiero echar más leña al fuego; lo único que pretendo es indicar que, teniendo en cuenta el historial del Cádiz en su estadio, es muy injusto apelar a la afición.Para la afición son momentos duros, difíciles. En cuanto el equipo responda, la afición responderá masivamente (pues, a pesar de los malos momentos, no le ha dado la espalda a su equipo) La afición da, muchas veces de forma incondicional, pero llega un momento en el que no puede dar más si no ve que el esfuerzo vale la pena. Esa es la idea. Que el equipo reaccione. El esfuerzo fundamental lo tiene que realizar el equipo, los jugadores; tienen que volver a enganchar a una afición desenganchada.

Autor:Belmonte

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