Oli: Un valiente

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Que sea valiente dentro y fuera del terreno de juego. En el campo y en los despachos. Pocos mejor que él conocen las exigencias de la Segunda DivisiónFoto: P.Ortega/cadistasfinos.com

Rueda de prensa a las 12:30 horas. ¡Casi, nada. Oli al banquillo. Minutos antes Oli había realizado su último entrenamiento como jugador. Nada más ducharse, caminito a la sala de prensa, en una rutina que deberá aprender bien para dentro de poco. Sólo el reloj cadista dirá si la decisión ha sido acertada o no, aunque su elección no cambia nada. El objetivo para el año que viene no admite dudas: El ascenso. Con esa premisa se ha de partir, y seguro que Oliverio la ha asumido como un valiente que es y ha sido siempre. Lo mismo que cuando ante el Elche lo daba todo por el Cádiz, con la cara partida la semana anterior en Córdoba. Un hombre de carácter, competidor por naturaleza, y listo, muy listo, en el área y fuera de ella. La oportunidad que Antonio Muñoz le ha dado a Oli es de las que nunca olvidará el asturiano. Un gesto de un buen padre que confía en su hijo. Toma, aquí tienes mi empresa, confió en ti. Oliverio también ha sabido ser agradecido y ha tenido palabras para sus antecesores: «Quisiera recordar a Luis Aragonés, Javier Clemente, Guss Hiddink, Vicente Cantatore, Juanma Lillo, Radomir Antic, Oliveira, Don Víctor Espárrago, Jose Gonzalez..». No voy a ser yo quien de consejos a un hombre que lo ha sido todo en el fútbol. Si acaso, y si me permite uno, que la oportunidad de entrenar a un histórico, de pasar de veterano a novato, con una ducha de por medio, no le impida exigir una plantilla competitiva. Que sea valiente dentro y fuera del terreno de juego. En el campo y en los despachos. Pocos mejor que él conocen las exigencias de la Segunda División. Su futuro en buena parte dependerá de ello. Suerte.

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