Kaká sigue en los sueños de Calderón y del Real Madrid

madrid_calderon_mijatovic.jpgEn el fútbol hubo una época en la que los presidentes de los clubes de fútbol los escogían los socios mediante elecciones. En aquellos tiempos era habitual ver a candidatos paseando del brazo de jugadores de fútbol como principal argumento de peso para convencer a sus socios acerca de su candidatura. Aún se recuerda como Futre le dio el puesto de presidente del Atlético de Madrid al siempre maldito Jesús Gil.

En los tiempos más recientes la reducción de los clubes que deciden el nombre de sus presidentes mediante elecciones ha llevado a que las promesas electorales sean menos comunes. No obstante, los dos grandes mantienen su estructura y mantienen la tradición de las promesas electorales. La más famosa, sin duda, es la promesa de Florentino Pérez de fichar a Figo. Promesa cumplida que le dio el trono de gran mandamás merengue.

milan_kaka.jpgEl problema de las promesas electorales es su incumplimiento. Le pasó a Joan Laporta cuando perdió a Beckham y pudo sustituirlo por Ronaldinho. Meses después todos querían al inglés y nadie al brasileño pero con años de perspectiva el incumplimiento de la promesa ha beneficiado al FC Barcelona.

El problema ahora lo tiene Ramón Calderón que es consciente de que su gran baza para resultar vencedor de las elecciones a la presidencia del Real Madrid, por delante de los favoritos Juan Palacios y Jose Miguel Villar Mir, fue la promesa de vestir de blanco Adidas al brasileño Kaká, el enésimo Pelé blanco.

Mijatovic y Calderón insisten en que Kaká será madridista. El argumento es tan peregrino que cae por su propio peso. El mandamás blanco afirma que, en su momento, creía que sería posible ficharlo pero que al final no ha podido ser. Tan simple como eso. ¿Qué pueden hacer los que lo votaron porque creían que verían a Kaká vistiendo de blanco en esta temporada? ¿Hasta cuándo tiene de plazo Calderón para fichar a Kaká sin enervar a la grada del Bernabeu?

Sabemos que la ética en el mundo del fútbol brilla por su ausencia pero tácticas electorales tan ramplonas y disparatadas tienen las piernas cortas. Calderón debe rezar para que Capello saque el máximo rendimiento de su equipo y los títulos lleguen a Concha Espina. De lo contrario tendrá que compensar a los madridistas pr el escaso valor de su palabra.

Autor:JG del Valle

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