Una vuelta después de la tarde en Cáceres que lo cambió todo

Bermúdez acabó expulsado. Una tardeque acabó marcando el destino de muchos hombres.

El Cacereño, un 27 de octubre de 2012, fue el principio del fin de la etapa de Alberto Monteagudo. El Cádiz CF acudía crecido. No en vano había vencido una semana atrás al lider FC Cartagena en Carranza. Un rotundo tres cero, todo un repaso que hacían presagiar que sería el punto de inflexión que el equipo necesitaba para romper definitivamente el salto a la zona de los gallitos de la categoría.

Sin embargo, y como suele ocurrir en tantos casos, el cuento de la lechera se quedó en eso. Resultado, que los tantos de Matías Saad y Santi Amaro tumbaron al Cádiz. Un partido que parecía condenado al cero a cero pero que estuvo enormemente condicionado por la expulsión de Bermúdez cuando el marcador señalaba empata a cero.

 Una vuelta después, la situación de ambos conjuntos es radicamelmente distinta a entonces. Ahora es el Cacereño quien acaricia los playoffs. Llega a Carranza después de tres triunfos y con la moral de romper la imbatibilidad de siete partidos del UCAM Murcia. De poco sirve que los murcianos merecieran mejor suerte en el primer periodo y que le facilitaran la victoria con un autogol a los siete minutos. Una vuelta después, quien coquetea con el pelotón de la zona baja es el Cádiz CF. Los números de Agné, analizados friamente no son malos pero al equipo le está costando sangre, sudor y lágrimas pegar ese estirón que la afición necesita y que lo deje cuando menos en zona tamplada.

 Un tiempo transcurrido que obviamente donde más ha afectado es a los locales. De hecho, son muchos de los futbolistas amarillos que visitaron el Príncipe Felipe que ya no están. En total, tres, Bermúdez, Gallardo y Garrido. También jugó esa tarde Indiano, por ahora inédito con Agné, y estuvo en el banquillo Bernabé además de Nico Varela.