Un punto con buenas sensaciones

 sfd_cad_01.JPG
 Debú en liga y gol. Airam cazó un balón mal despejado por Valle marcando el tanto cadista. Abajo, la primera amarilla que en apenas minutos vio Kike López.sfd_cad_02.JPG

La historia, las estadísticas, están para ser rotas, aunque también para ser contadas y servir de referencia. Y una vez más se demuestra de que eso de que el Cádiz no está acostumbrado a perder en sus paseos en 2ºB por la provincia se volvió a confirmar la noche de este sábado de agosto en el Bahía Sur de San Fernando.

Un empate a uno en el electrónico que, teniendo en cuenta los merecimientos de unos y otros seguro que deja más contento a los locales, todo ello a pesar de que contaron con la inestimable ayuda de disputar más de setenta minutos con un futbolista más por la absurda expulsión de Kike López. Dos tarjetas amarillas (una por mano y la otra por derribar a un contrario por detrás) que no admiten dudas con el reglamento en la mano y que sólo una interpretación de las reglas del juego echa en clave de no desequilibrar el partido le hubiera evitado la condena al vallisoletano.

Comenzaba el encuentro con una apuesta valiente de Raúl Agné, con Perico algo escorado a la derecha, con Márquez en la izquierda y con Airam y el referido turnándose en el centro. Por detrás, los ya clásicos Martins-Nafti, con una defensa de cuatro muy adelantada, la que se ha hecho habitual durante la pretemporada. Alejandro cubría el marco.  Un primer tiempo que sin duda vino marcado por la roja que Arroyo mostraba a Kike López. Hasta ese momento sólo había un equipo sobre el campo, con un apabullante dominio territorial y posicional y donde tanto Ceballos como Andrés se incorporban al ataque una y otra vez, aunque sin mucha precisión en los centros. Mientras tanto, Nafti como su lugarteniente Martíns se sobraban y mostraban para recuperar todo lo que pasaba por su zona, dando lugar a varias contras que siempre morían en nada. Sin embargo, la corriente del gol estaba teñida de amarillo y se intuia que iba a llegar pronto. Hasta seis veces el Cádiz acabó con faltas cercanas al área rival. Los isleños tenían la lección bien aprendida y en cuanto olían peligro recurrían a cortar la acción atacante de raíz. Tantas veces que provocó el enfado de Agné que vio que ninguna de ellas fue señalada con tarjeta amarilla, y cuando llegó la primera ya había sido expulsado su delantero de referencia.

Tras la marcha de Kike López el Cádiz CF pasó unos pequeños instantes de apuros, varios saques de esquina contra la puerta de Alejandro, si bien Agné decidió no cambiar nada, dejando sólo a Airam como delantero y exigirle más trabajo a Márquez y a Perico en la presión, que ya se iniciaba en la zona de Antonio Sambruno. Los amarilllos pronto se recompusieron de jugar con uno menos y pese a dar un paso atrás, aún así mantuvieron una línea defensiva por delante del área de Alejandro.

Lo que si cambió el Cádiz tras la reanudación fue en su apuesta de jugar a la contra. Se vio pronto, se replegó con mucho orden, barruntando que las fuerzas físicas y el paso del segundero iban a propiciar espacios en la defensa. Y los espacios llegaron muy pronto, apenas transcurridos cinco minutos. Hubo una primera acción de Márquez por su banda que no encontró rematador y luego, en el sesenta y seis, en la enésima recuperación del centro del campo, Perico se encontró un pasillo que se atrevió a incursar y que acabó en el borde del área con un fuerte disparo. Quizás David Valle pudo hacer más pero su desvío con los puños dejó el cuero franco a un oportuno Airam. Gol de cazagoles. Parecía imposible pero el Cádiz se ponía por delante con un futbolista menos.

Fueron esos unos minutos de lógica incertidumbre y tensión, que provocó la expulsión de Agné por reclamar a su colega Carrillo que no devolviera el balón al Cádiz CF cuando Perico había pedido el cambio y Andrés se encontraba en el área de Alejandro tumbado por un golpe. El juego se detuvo varios minutos por estas circunstancias pero ni aún asi sirvío el farplay del que todos hacen gala durante la semana.

Sólo la inferioridad numérica hacía peligrar por el empate. Alejandro seguía tranquilo sin apenas tener que intervenir bien arropados por una defensa donde a media pasaban minutos creían Ceballos y Fran Pérez. Por eso el minuto 82, con el gol de Ocaña fue recibido con enorme sorpresa, una acción más que aislada, y el único disparo con marchamo de gol del San Fernando en todo el partido. El 10 cañailla recogió un mal despeje de Gato y sin pensarlo soltó un tremendo derechazo que entró como un obús por encima de la cabeza de Alejandro que quizás también fue soprendido. Un gol que no hacía justicia pues el Cádiz, antes y después de esa jugada, tuvo al menos tres ocasiones claras para hacer el segundo, especialmente en dos ataques conducidos por el extremo granadino Gato a las que Juan Villar no llegó por centímetros.

Pese a todo, el punto acabó siendo bienvenido por los cadistas, que incluso tuvieron que defender con acierto dos golpes francos directos lanzados desde el borde del área ya con el tiempo cumplido.

 

También te podría gustar...