Los submarinos empatan a cero


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 Ramis tuvo la ocasión más claradel partido para dejar los 3 puntos en Carranza.

El duelo de submarinos amarillos se reeditaba en esta trigésimo tercera jornada de la Liga Adelante en el Ramón de Carranza. El Cádiz recibía necesitado de puntos y en su feudo al filial del Villarreal, auténtica revelación de la categoría junto con el Cartagena. Los castellonenses, que ya lograron doblegar con solvencia en la primera vuelta al equipo por aquel entonces entrenado por Javi Gracia, contaban con las bajas de Catalá y Musacchio, convocados por el primer equipo. Para este partido, Espárrago realizó grandes cambios en la convocatoria, de la que se cayeron Erice y Nano González, titulares en las últimas fechas. Además, también Espárrago presentó cambios en el once titular, destacando la presencia de Dani Miguélez en la portería (siendo el primer canterazo que defendía la portería cadista en Segunda desde Raúl Navas) Así, de inicio jugaron Dani Miguélez, Raúl López y Cristian en los laterales, Fragoso y De la Cuesta en el centro de la zaga, Fleurquin y Abraham en el doble pivote, Caballero en la banda izquierda, Enrique en la derecha, Ogbeche en la mediapunta y Toedtli como jugador más adelantado. El Villarreal B realizó el saque inicial tras el pitido de Pino Zamorano. El Cádiz intentaba jugar el balón, disfrutando de la posesión mientras que los castellonenses, que vistieron de negro ante la coincidencia de colores en las equipaciones, se limitaban a presionar a los atacantes locales. El primer disparo a puerta del partido fue de Ogbeche, aunque se marchó fuera del marco defendido por Juan Carlos.Ocasiones sin concretarPoco a poco el Villarreal B, gracias a Matilla, fue haciéndose con la posesión del esférico y fue cercando al Cádiz en su área. Los castellonenses tocaban el esférico sin presión y disfrutaban de largas posesiones mientras los defensas despejaban el peligro de los dominios de Dani como podían. El Cádiz, atacaba jugando por banda y centrando balones al área que no encontraban rematador y que acababan siendo blocados por Juan Carlos o en saque de esquina.El propio Juan Carlos salvó a su equipo después de realizar una intervención de mucho mérito al enviar a saque de esquina un buen disparo de Ogbeche al primer palo. El nigeriano robó el balón a la altura del corner, consiguió entrar en el área y, a pesar de poder asistir a Enrique o a Toedtli, optó por el lanzamiento a portería. Pese a todo, la primera media hora de partido no registró grandes oportunidades de gol, ya que los dos equipos, si bien llegaban al área rival con bastante facilidad, no eran capaces de concretar. En otro buen robo de balón de Ogbeche el Cádiz estuvo a punto de marcar gol. En esta ocasión, el nigeriano, después de sortear a Juan Carlos, sí asistió a Cristian, que disparó, sacando bajo palos Kiko el balón. Había sido la ocasión más clara del partido para los hombres de Víctor Espárrago. El Cádiz había conseguido sacudirse el dominio inicial del Villarreal B, que llegaba a la portería de Dani contragolpeando con velocidad, aunque con escaso éxito. De la Cuesta estaba muy atento en el centro de la defensa y defendía con solvencia a Jefferson Montero y a Marco Rubén. Al filo del descanso el partido entró en una fase un tanto fea, en la que jugadores de ambas escuadras tuvieron algún rifirrafe y en la que Pino Zamorano amonestó a Ogbeche, Raúl López y a Cristóbal. Éste último de hecho le hizo un feo gesto al colegiado, que acudió tras señalarle la amarilla a recriminarle su acción. Tras la reanudación, el partido se vio parado durante unos minutos mientras se retiraban del área del Villarreal B unos papeles que habían arrojado desde la grada durante el descanso. Ambos equipos salieron del túnel de vestuarios con la misma disposición que en el primer tiempo: llegadas al área rival sin disparar con peligro. Víctor Espárrago decidió introducir jugadores de refresco e introdujo a Cifuentes por Raúl López, puesto que el jerezano había quedado emparejado con el paraguayo Hernán Pérez, mucho más rápido que el cadista. También, entró Ramis por Toedtli. Pero el partido seguía igual, pues ninguno de los dos equipos era capaz de inquietar al contrario, en parte porque se pitaron más fueras de juego de lo habitual. Dos ocasiones de RamisEl Cádiz gozó una clarísima jugada de gol tras una oportunidad del Villarreal B sacada bajo palos por Fragoso. El contragolpe fue iniciado por Carlos Caballero en la banda derecha. El madrileño le dio un pase en diagonal a Enrique, que entró en el área con Juan Carlos adelantado. El extremeño dudó, pero disparó a puerta, deteniendo el esférico el cancerbero. Entonces, el rechace le llegó, totalmente solo y en el punto de penalti, a Jonathan Ramis. El uruguayo, con la portería totalmente vacía, se entretuvo más de la cuenta y dejó que los defensores le arrebataran el balón. Era la segunda vez que el Cádiz se encontraba con la portería del Villarreal B totalmente desguarecida. Nada más marrarse esta ocasión, Espárrago realizó su último cambio al introducir a Diego Tristán por Ogbeche. Sabedor de que los resultados que se estaban dando en otros estadios no le beneficiaban, el Cádiz se marchó a por el partido. Y Jonathan Ramis volvió a tener el gol en sus botas, tras recibir un pase dentro del área de un acertadísimo Carlos Caballero. El disparo del uruguayo fue despejado a corner por Juan Carlos. El Villarreal B estaba entregado y el Cádiz, atacaba constantemente. Tras un saque de esquina botado por Carlos Caballero, Pino Zamorano no señaló penalti después de que un defensor castellonense tocara el balón con la mano dentro del área. cadiz_miguelez.jpgDani salva los mueblesTan volcado estaba el Cádiz en las tareas ofensivas que dejó muy desprovista la zaga en un saque de esquina a su favor en el que el Villarreal B montó un peligroso contragolpe. Hernán Pérez llegó hasta el área cadista y su disparo obtuvo una fantástica réplica del cancerbero Dani Miguélez, que apenas había intervenido en el partido. Esta fue una jugada aislada, pues el Cádiz llegaba sin cesar al área del Villarreal B, conducido perfectamente por Caballero, que volvió a asistir a Ramis para que el uruguayo volviera a fallar una clara ocasión de gol. Antes del pitido final, Enrique gozó de un claro remate de cabeza que no se convirtió en gol por mala suerte. Así pues, el partido acabó con empate sin goles, un resultado que de nada sirve para las aspiraciones cadistas.

Autor:Belmonte

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