A dos vellas…

El Tano Vella debutó en Vigo

… y con gafas negrasSí. Así están a estas horas de la tarde los miles de cadistas que han visto al Cádiz en Balaidos. En esta ocasión no ha habido gol en fuera de juego anulado, ni el arbitraje nos ha perjudicado. Simplemente el Celta ha aprovechado sus ocasiones y el Cádiz no. Un guión que ya se conoce bastante la parroquia amarilla. El partido empezaba como siempre, con oportunidades para los de Espárrago. En especial una de Enrique que de cabeza y en el área pequeña no era capaz de superar el cuerpo de Pinto. A continuación una gran volea de Oli con la zurda (quizás lo único resaltable en el asturiano) que Pinto la despeja a modo de zamorana. Muchos predecían lo que iba a ocurrir. Que el Celta con más punch delante no iba a andar tan romo. Así fue. A la segunda oportunidad, en una falta innecesaria concedida en el borde del área es Jorge Larena quien la pone en la cruceta de Limia. El balón en su caída cae muerto a la cabeza de Contreras que sólo tiene que empujarla. Era el 1-0, y visto lo visto después, el fin del partido. Tras la reanudación el Celta le dio al Cádiz una auténtica lección de como saber jugar con el marcador a favor. Sin un alarde a la galería. Sin errores ofensivos. Arriesgando lo mínimo. Daba igual que fuera el equipo menos goleador de la categoría quien tuviera delante. Las únicas opciones del Cádiz iban a ser a balón parado. El Celta lo sabía y hasta bien se cuidó de eso. A falta de nueve minutos, en un balón sin aparente peligro, es el canario Silva quien le gana la posición a Silva en el forcejeo, anda más rápido que De Quintana y con su pierna mala (o eso dicen) pone el balón dentro de la portería. 2-0 y fin del partido. Poco después era Vella quien tenía sus primeros minutos como jugador cadista. Ya daba igual. Ya estábamos con las gafas negras puestas.