2006: Se va un año de Primera
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2006 se nos va. Conviene ser justo, y aunque los últimos seis meses hayan sido quizás los peores de la historia reciente cadista, se nos va un año que el tiempo lo recordará como un año de Primera.
Un año que empezó y terminó en Carranza. Se le ganó al Sevilla en Copa con los “suplentes” y se empató con el vicecolista, La Ponferradina. Curioso. Dos clubes que viven momentos históricos. Entre ambos muchos partidos, muchas vivencias, momentos que quedarán para siempre en la retina de los buenos aficionados cadistas. Claro que cada aficionado habrá tenido su “foto” de la temporada. Esa que, enmarcada o no, siempre permanecerá en el baúl del recuerdo. En esa línea hemos querido conocer cuál sería el momento agradable de la temporada, el minuto de oro del 2006 que seleccionaría el equipo de personas que colaboran con www.cadistasfinos.com, justo horas antes de dar entrada al 2007, al que lógicamente le pedimos lo mejor.
Esta ha sido la selección y los motivos del momento amarillo 2006:JG del Valle: Para mi, el minuto de oro del año 2006 sucedió a las once y cuarto, aproximadamente, del 21 de enero del 2006 cuando Cacique Medina puso por delante al Cádiz en el estadio Bernabéu, algo que el Cádiz sólo había logrado dos veces en su historia.Con respecto al momento inolvidable, tambien sucedió en Madrid, en el estadio de Getafe y fue el descenso del Cádiz, aunque más que el descenso, a mi me resulta inolvidable la reacción delos miles de aficionados que acompañábamos al equipo amarillo. Las lágrimas, los aplausos, los vítores,…
Tito Martín: 
Como la memoria es selectiva y siempre tiendo a olvidar los malos momentos y quedarme con los buenos, considero que el partido de Madrid fue el clímax del año, con la espera y el recibimiento al autobús al Bernabéu, a la llegada de nuestros futbolistas, con el ambiente previo al partido, con ese 0-0 en el descanso, con ese gol de Medina que hizo enmudecer a la simpar afición madridista, y sobre todo con el magnífico partido del Cádiz ese día que nos hizo concebir esperanza que había equipo para más. Ese día me sentí orgulloso de mi equipo, igual de cadista que siempre y menos madridista que nunca.
Stiger.Para mí ese minuto de oro fue el quincuagésimo primero de las 22 horas del día 20 de diciembre del 2006: fue el instante en el que el Señor Caballero Herreros decretó el final del último partido de 2006.Primero porqué pensé: «acabó el año y seguimos vivos, a pesar de todo: de que descendimos, de que se fue Espárrago, de que vino Oli, de que se vivió un cese a poco de empezar la temporada, de que lo tomó Jose sin pretemporada, de que no se metiera un solo gol en Carranza desde su llegada, de que…. » y claro, aún ilusionado por el próximo año.
B.Tiner: 
Que el Cádiz con Bezares, Nenad, Benjamín, Varela, De Quintana, Sesma, Armando, Raúl López… se fuera al descanso en el Bernabéu con el Madrid en blanco y sin haber sudado un gramo más de sudor ya me parecía de un mérito enorme. El gol de Cacique cerró el paréntesis que se abríó con el Yuyu y Manolito en el 2002 tirando de esa soga sin tensar en La Caleta. ¡Se había conseguido!Como otro momento que no olvidaré fue aquel en que el Getafe nos empató, a la vez que el Racing le daba la vuelta a su partido y nos condenaba al descenso matemático. Se fue un año de primera en el que siempre pensaré que con algún esfuerzo más en el verano Espárrago y Soler habrían dejado holgadamente a este equipo entre los mejores.
S.Conus:Para mi no hubo momento mágico en el 2006. Eso sí, para mi siguen grabados los prolegómenos del Cádiz-Real Madrid el 28 de agosto de 2005….Carranza estaba absolutamente radiante, y los poster gigantes que se colocaron sobre el fondo sur…
Tony R: El 4-0 en Carranza al Málaga en el último partido de liga, estando ya descendidos. Lo que viví en ese partido nunca lo he visto en un estadio. Para mí inolvidable, seguro no fui el único que derramó dos lagrimones.Ver todo el estadio animando más que nunca cuando el equipo no había logrado el utópico objetivo, ver a Estoyanoff presionando al lateral izquierdo mientras lloraba de emoción, ver a Sesma rendío a la afición, a Armando de rodillas clamando al cielo, a toda la tribuna en pié como el resto del estadio animando y chillando como nunca, a Don Víctor marchándose a vestuarios antes de tiempo y sin poder acudir a la sala de prensa… Ver aquel ambiente y la cara de cada uno de los que lo vivieron me hicieron pensar que no habíamos perdío nada.
