Berizzo habla para Vigo

El Chegue Morales. Berizzo fue su antídoto

El Toto Berizzo estuvo cuatro temporadas y medias en el Real Club Celta. Conoció la clasificación para Champions con los vigueses, los viajes por Europa, y también el descenso con Lotina y el ascenso con F.Vázquez. Ahora ya como jugador cadista es entrevistado por Armando Alvarez en El Faro de Vigo. .-.-.-.-.-.-.-.–.-.-.-.–.-.-.-.-.-.-.-.-«Mi idea es ser técnico cuando me retire y por qué no en Vigo»Fue durante cuatro temporadas y media la voz del Celta, la formulación más bella de una idea, siempre el diagnóstico acerado y la proclama, también la arenga. Y dentro de la cancha, un referente. Berizzo vuelve a Balaídos, a despedirse como no pudo y tal vez con un «hasta pronto, viejos. Nos vemos».-¿No le hará la faena Espárrago de dejarlo en tierra?-De un tiempo a esta parte estoy entrando más en el equipo y uno se siente más participativo jugando. Pero el trato ha sido exquisito en todo momento. Siempre me he sentido respetado. El entrenador ha conformado un grupo homogéneo. Sí espero ser convocado. Ojalá me toque porque sería un partido emotivo.-Supongo que era una fecha anotada: jugar en Balaídos, aunque con otra camiseta.-Cambiarme en el vestuario visitante será algo extraño. Estaré contento de volver. No tuve la oportunidad de despedirme jugando. Aunque sea como rival ocasional, podré hacerlo y completar tantos recuerdos.-Hubo de todo en su etapa, lo más glorioso y lo más triste.-Conocí el lado exitoso y el lado amargo. Pero en las dos situaciones me quedo con el comportamiento de la gente. A lo largo de una carrera uno atraviesa todos los estados de ánimo, vive victorias y derrotas, pero más allá de eso te quedas con los compañeros, con la gente del club y con el celtismo, que refleja lo que significa el Celta.-¿Cómo lo recibirán?-Siempre sueñas con que se acuerden de ti y te reciban bien. Me gustaría que la gente pensase en mí como alguien que respondió desde el campo, que no se reservó nada e hizo lo que debía. Cuando descendimos, me sentí responsable más allá de lo profesional. También a nivel humano. Los que nos quedamos con la idea de regresar sentimos con el ascenso un motivo de orgullo íntimo. Y eso no es sólo fútbol, sino algo moral, de cumplir la palabra dada. Nos quedamos en los momentos difíciles y devolvimos al equipo a donde se merecía.-Esa satisfacción quedó empañada por un adiós que no le agradó en las formas. Usted hubiese esperado una llamada del técnico y del director deportivo.-No vivo del pasado y no guardo rencor. Las formas debieron haber sido otras pero volver sobre este tema no está en mi ánimo. Estoy muy agradecido a la gente de Vigo, satisfecho de mi historia allí, y eso no lo empaña ningún gesto de mala educación.-Lo paradójico es verlo con la camiseta del Cádiz. ¿Qué se dice en su actual entorno de los rescoldos del caso «Moral»?-No es una tema que se comente. Creo que está olvidado y también por parte del Celta. El Cádiz defendió en ese momento sus intereses como lo hubiese hecho el Celta si hubiese sido al revés. Siempre fuimos conscientes de que el fallo había sido nuestro.-¿Se retira en junio?-Como jugador uno nunca se puede proyectar mucho en el tiempo y más a mi edad. No me pongo plazos más allá de mañana ni me marco otra meta que lograr la permanencia en esta aventura tan bonita que hemos emprendido en el Cádiz. Hasta que no consigamos ese objetivo, no he pensado nada en especial.-Lo digo por sus estudios de entrenador.-Estoy parado en el segundo año porque aquí no se ha convocado el nacional.-¿Echa de menos sus conversaciones docentes con Javier Maté y Alfredo Caldas?-Eso es lo mejor que te da el fútbol. Añoro a la gente de A Madroa, a ellos dos, a Sarmiento, Manoli, Tito, Covelo o Nino. Sigo en contacto con ellos. Esas pequeñas personas anónimas, grandes personas en realidad, son los que conforman el corazón del Celta, el alma de la institución.-¿Y entrenar al Celta?-Mi idea es continuar ligado al fútbol cuando me retire. Me gusta saber de fútbol, dar una vuelta, encontrar variables, analizar las situaciones. Me gusta ahora como futbolista y ojalá conserve el instinto como entrenador. Y por qué no en Vigo.