Pasito adelante…

 

…que pudo ser un «señor» paso, si la mala fortuna no hubiera acompañado a los amarillos que merecieron bastante más ante un discreto Villareal.

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El Cádiz comenzó el partido sin complejos ante un rival reservón e incapaz de imponer su ritmo tedioso de control del balón en el centro del campo. De inicio los castellonenses plantaron un sistema de contención basándose en la habilidad de Jose Mari y Figueroa, dejando por ende a la bota de oro europea Forlán en el banquillo.

 

Por el contrario, el equipo local salió a por todas, presionando fuertemente, jugando rápido y buscando las espaldas de los laterales visitantes. Enrique desbordaba constantemente bien apoyado por Varela, convirtiendo a  la banda derecha del Cádiz es un autentico ejercicio de mutación transgénica, Oli se hinchaba a habilitar a Jonathan Sesma con precisos balones al hueco y paredes con Pavoni, a Suárez, si no fuera porque le faltaba el bozal y el collar de pinchos, se lo hubieran llevado los municipales a la perrera, Fleurquin mandaba, templaba, mordía…

 

 Ante tal panorama, tardó poco el Cádiz en materializar su propuesta de juego en ocasiones claras de gol. cad_vil_04.jpgOli a los 8 minutos de cabeza avisaba de lo que se le venía encima al buen guardameta charrúa Veira. Poco después, Jonathan realizaba un desmarque interior deshaciéndose de su par tras una asistencia magnifica de Oli y en vez de lanzar, habilitó a Enrique para que este empujara el balón al fondo de la portería. El juez de línea levantó el banderín y en consecuencia el tanto no subió al marcador. Las cámaras de televisión demostraron que el defensa que luchaba por la posición con Sesma se encontraba en línea con Ortiz Moruno en el momento del pase del canario.  Sin solución de continuidad, el Cádiz seguía atacando y encerrando a los castellonenses. Enrique en dos bellas internadas ponía cerco al arco rival, pero sus imprecisos centros no encontraban rematador. Si Ortiz Moruno centrara medio bien en carrera,… me casaba con él. 

  

Minutos más tarde, la polémica presidió nuevamente Carranza cuando Pavoni realiza un centro diagonal raso que Oli no consigue alcanzar al ser derribado claramente por uno de los centrales visitantes. Sin embargo, el balón llega al segundo palo donde Sesma lo remacha a la red. De nuevo, el banderín del línea de preferencia marca fuera de juego abortando así el jolgorio de la grada. Esta vez la televisión no aclara la jugada, ya que en el momento del pase del argentino no se aprecia la posición del ariete asturiano del Cádiz.

 

Parecía que el gol no tardaría en llegar para los locales cuando un fallo en el despeje de Sesma tras saque de banda de los visitantes, deja el balón suelto en el punto de penalti que no desaprovecha Jose Mari para adelantar a los de Castellón. Minuto 37, 0-1 y cara de tonto. Una de leyes del fútbol se acababa de cumplir… quién perdona, la paga.

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Sin embargo, y tal y como pasara el día del debú ante el Real de Madrid, el Cádiz no se descompuso y siguió intentándolo hasta que al filo del descanso llegó el merecido gol del empate. Un centro maravilloso del Ortiz Moruno tras saque de falta es peinado brillantemente por Oli colocando el 1-1 en el manual de Carranza.

 

La segunda parte tuvo menos historia que la primera. El Cádiz acusó el esfuerzo, y el Villarreal se conformó con el empate visto lo visto en los primeros 45 minutos. Aún así, los gaditanos no cejaron en su empeño y pudieron desnivelar la balanza en un par de ocasiones.  Lo más destacable de la reanudación fue la participación más que notable de Estoyanoff y la inteligencia emocional de los de Espárrago, que viendo que los tres puntos eran casi imposibles de conseguir, optaron por amarrar un punto que aunque sabe poco es extremadamente importante.

 

Cádiz Club: Armando (sc); Varela (2), De Quintana (2), Paz (2), López (2); Enrique (2), Fleurquin (2), Suarez (3), Sesma (1); Pavoni (2) y Oli (3). En la segunda parte salieron Estoyanoff (2) por Enrique, Benjamín (1) por Suárez y Mario Silva (1) por López.

 

  

 

 

 

 

Autor:Roberto Rivero

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