Mi opinión sobre el descenso (III)
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| Hemos pasado muy buenos momentos en el Carranza, aún habiendo ganado sólo tres partidos. Foto: JB/ cadistasfinos.com |
La tristeza del descenso.En el amplio grupo de sentimientos que puede provocar el descenso de un equipo, yo me quedo con el de tristeza. A mi el descenso de mi Cádiz, aquí en Getafe me ha dejado una profunda sensación de tristeza.Podría haber escogido el de indignación, como otros muchos. Como muchos de mis amigos podría estar indignado con el presi Muñoz, por su racanería, por no rodearse de buenos profesionales en todos los estamentos del club, por dejarse engañar por los paraguayos, por traer a Lucas Lobos tarde, Sin embargo yo sigo acordándome de mi manifestación en San Antonio y le agradezco a Muñoz que nuestro paso por Segunda División no vaya a estar lastrado por déficit alguno.Como otros podría estar enfadado con los jugadores. Por no saber leer los partidos, por no mostrar más mala leche en los momentos importantes, por ser demasiado inocentes en los días que hacía falta ser certeros, por perdonar tantas ocasiones. Sin embargo, en su gran mayoría estos jugadores propiciaron el ascenso el año pasado y, al menos ellos, han dado todo en cada uno de los minutos de los 37 partidos que hasta ahora se han disputado. Sólo se le puede reprochar su incapacidad, no su falta de compromiso.
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| Contento por la imagen que ha dado la afición cadista por los campos de Primera. Ni un problema, ni un jaleo, ni un enfrentamiento Foto: Archivo/cadistasfinos.com |
También podría centrar mi enfado en Victor Espárrago como hacen Teo Vargas e Ignacio Moreno Bustamante. Sin embargo, por más que busco las razones de éstos no las encuentro puesto que el mister ha sido el principal activo de nuestro equipo y el hombre que nos ha permitido llegar hasta las últimas semanas con opciones.Otra posibilidad que me cabía era la de estar orgulloso. Orgulloso por un equipo que ha llegado a Mayo con opciones, que ha dado el nivel en el 75% de los partidos, que sólo ha sido superado de forma clara un par de veces,También podría estar contento. Sí, contento. Contento por la imagen que ha dado la afición cadista por los campos de Primera División. Ni un problema, ni un jaleo, ni un enfrentamiento. Pero no sólo eso sino que el cadismo se ha convertido en el símbolo de una nueva forma de entender el fútbol, como fiesta, como jolgorio y como alegría. Ese grito de Alcohol, alcohol, ha traspasado las fronteras del Ramón de Carranza y ha invadido casi toda España. Poco o nada que reprochar a una afición viajera y dicharachera que dio su penúltima lección en Getafe (la última la dará ante el Málaga) pidiendo a un equipo en Segunda que volviera al césped para agradecerle el esfuerzo y las ganas, sin reprocharle la falta de acierto.Sin embargo, pese a todo esto yo estoy triste. Triste porque el año que viene no volveremos al Bernabéu, ni a Mestalla, ni al Camp Nou. Triste porque en los informativos sólo saldremos de forma accidental, si hacemos algo especialmente espectacular. Triste porque tendremos que ver los partidos en Localia y porque durante un año, al menos, mi equipo estará en Segunda.
Autor:Ccapital
